viernes, 25 de abril de 2008

HUMO SOBRE EL AGUA

“Smoke on the water
fire in the sky..”
Deep Purple, “Smoke on the water”

Era cantado que uno de estos días iba a amanecer claro y luminoso, como uno de esos “días peronistas”, como los que describían los relatos de Luis Elías Sojit, en los años cincuenta. Pero por culpa del desaparecido relator de automovilismo, todo día lindo, y más si se trata de un domingo, es un acto demagógico y populista del gobierno que sea.
Y así, aunque no hubo el tan anunciado fraude en las elecciones de Paraguay, el “bueno” de Lugo pasó a ser “sospechoso” por culpa de un llamado de Chávez. ¿Si antes lo hubiera llamado el Presidente de Australia o Polonia(países que aún mantienen tropas en Irak), hubiera seguido siendo bueno?
Es que “donde hubo fuego, cenizas quedan”. Pero, donde hubo sólo humo; ¿qué es lo que queda?
Porque tan cantado está que el 2 de mayo regresa el lock-out y los piquetes verdes, que es necesario que el humo se aplaque; pero que no desaparezca del todo. Sobre todo que no desaparezca “la amenaza” de que la ciudad de Buenos Aires se llene de humo, por culpa de las retenciones que el gobierno intenta imponerle a quienes más ganan con su política, y no por culpa de quienes incendian campos; así los precios no bajan, y los barbijos se agotan o cuestan el doble que hace quince días, y la inflación se dispara por culpa de la demanda de barbijos, y el desabastecimiento será inminente por culpa de D´Elía, del Observatorio contra la Discriminación en los Medios, y el debate por el proyecto de ley de Radiodifusión.
Es que cuando los “vendedores de humo” se van quedando sin stock, es necesario empezar a “calentar los próximos titulares”, despertando de la siesta a “líderes de góndola”, que tienen fecha de vencimiento, y ya nos podemos imaginar a Alfredo De Ángelis participando de futuras emisiones de “Bailando por un sueño”.
¿Por qué no? ¿Acaso no pasaron por allí Evangelina Carozzo y la esposa de Raúl Castells, estandartes y mascarones de proa de conflictos y causas ya archivadas en la memoria mediática?
¿Y si la final es entre De Ángelis y D´Elía? A mí se me ocurrió primero, y está el blog que no me deja mentir.
El que sí no va a ir al programa de Tinelli es Ramón Díaz. ¿Cómo se le ocurre poner en el equipo a su propio hijo y perder? ¿Acaso el conductor de “Videomach” no hizo competir a su propia esposa?
Es que una cosa son los Tinelli y los Díaz, y otra cosa son los Kirchner sucediéndose entre sí. Una es una interna sanlorencista, y lo otro es “nepotismo” y “doble comando”, o “Ceaucesquismo”, según Elisa Carrió.
Siempre la amenaza tiene que estar latente, y cuanto menos se aplique el sentido común mejor. Por más que dicen los que “dicen saber” que la quema de pastizales se realiza todos los años, a fines del invierno, y al final del verano. Al menos, eso decían hasta el domingo pasado.
Entonces; ¿qué hacen ardiendo 570 focos de incendio a menos de 150 kilómetros de Buenos Aires, simultáneamente, un fuera de la época? ¿Era necesario? ¿Tenían que hacerlo todos al mismo tiempo? ¿No se podían turnar? ¿La culpa es toda del viento norte? ¿Tiene razón el gobierno al relacionarlo con el conflicto con el campo? ¿No? ¿No tiene nada que ver? ¿Entonces por qué nadie explica por qué sucede lo que sucede?
Por lo visto, nadie quiere decir el porque de tanto humo. Ni los que prendieron el fuego, ni los que aprovechan que “a humo revuelto, ganancia de los vendedores de barbijos”.
Y revueltos y tosiendo en el medio de tanto humo, escuchamos y leímos que el cándido Alfredo De Ángelis había dicho que durante los piquetes había gente armada, y que el fiscal Marijuán le había hecho una denuncia penal por tales declaraciones. Por lo que el grito en el cielo se preguntó ¿por qué no hizo lo mismo con los piqueteros con sus palos y sus capuchas?
Mientras, un café cuesta en Euros lo mismo en Callao y Corrientes, que en el Café Gijón de Madrid, todo por culpa del INDEK, y Maradona “atenta contra la libertad de prensa” al decirle “pelotudo” a un camarógrafo.
Tanta sobreactuación, tanto “La mesa está servida” dicho a los gritos por actores de reparto, o por simples “extras”, no puede menos que hacernos añorar cuando los titulares de los diarios ardían con la disputa entre el gobierno porteño y el nacional por el traspaso de la policía, o del despido masivo de 3.200 ñoquis, por más que no nos preguntemos qué pasó con todo eso.
Pero no se distraiga con el pasado y mire hacia el futuro. Tenemos que esperar hasta el 2 de mayo. ¿O por qué se cree que nada bajó de precio, una vez que se levantaron los cortes de ruta?

Buenos Aires, 25 de Abril de 2008

viernes, 18 de abril de 2008

"CÓMO MATA EL VIENTO NORTE"

“Como mata el viento norte
cuando agosto está en el día
y el espacio
nuestros cuerpos
ilumina”

La Máquina de Hacer Pájaros, “Cómo mata el viento norte”


Al final, el famoso capítulo de “Los Simpson” fue prohibido. Inútiles fueron todos los alegatos a favor de la libertad de expresión, las acusaciones al gobierno, las preocupaciones de los diputados opositores y la manipulación de las declaraciones de Lorenzo Pepe, que escuchamos y leímos al comienzo de esta semana.
Si, señores. El poder no escucha, no respeta y avanza, como el fuego en los pastizales. “Los Simpson” fueron censurados, por meterse con Perón y con la historia argentina. ¿Querían eso? Ahí lo tienen.
Pero el capítulo en cuestión de la serie no fue retirado del aire por Telefé, a causa de un decreto presidencial, ni por presión del Jefe de Gabinete, ni por iniciativa de la Secretaría de Medios de Comunicación, ni por un dictamen del CONFER. Ni siquiera por un informe del Observatorio contra la Discriminación en los Medios. Eso era lo que necesitaban quienes no acceden a las pautas publicitarias oficiales para poder titular “Ya somos iguales a la Venezuela chavista”; pero cómo cambiarían de opinión con una publicidad de PDVSA.
El video con el fragmento de “Los Simpson” fue retirado de “You tube”, por pedido de la Twentieth Century Fox Film Corporation y, -salvo el diario “Perfil”-, nadie salió a patalear ni se indignó por esta nueva “mordaza”. Tampoco hubo cartas de lectores en “La Nación”, ni llamados de oyentes a las principales radios, denunciando este atropello.
Apenas el ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires y actual Diputado Nacional Felipe Solá demostró su decepción. “En el peronismo, contábamos con el compañero Homero”, dijo en una radio.
¿De quién es la Twentieth Century Fox Film Corporation? ¿Será de los Kirchner? ¿De Rudy Ulloa? ¿De Albistur? ¿De Alberto Fernández? ¿Habrán sufrido o temieron sufrir una “apretada” de Luis D´Elía y sus piqueteros? ¿Los habrá prepoteado Guillermo Moreno? ¿Habrán recibido un llamado de De Vido? ¿Las señales de Fox reciben la pauta publicitaria oficial que no reciben las publicaciones independientes como “Perfil”, “La Nación” o “Crítica de la Argentina”? Nunca es mucha la tela para cortar, cuando se tiene “alma de modista”.
Pero bastó que Sandro, el mismo Roberto Sánchez, confesara que estaba en el listado del INCUCAI, para un trasplante de pulmón, para que la ciudad de Buenos Aires y alrededores se llenara de humo, y de las minifaldas y los escotes del verano pasáramos a contemplar barbijos y bufandas.
No hay nada que hacer. Los argentinos maltratamos a nuestros ídolos.
Así fue como la controvertida ley de “Buenos Aires libre de humo” que soñaron los entonces legisladores macristas Paula Bertol y Helio Rebot “se hizo humo”, en dos días, por culpa de unos pastizales que se están quemando a noventa kilómetros, y del viento norte.
-“Estos provincianos no sólo nos mandan a los cartoneros que se roban nuestra basura, a sus enfermos que se atienden en nuestros hospitales, a sus hijos que se educan en nuestras escuelas; sino que, ahora, nos contaminan el aire puro porteño quemando yuyos”, -podría decir una radicalizada vecina, con su cacerola y su cucharón en ristre, y agregar: “Así es como nos agradecen nuestro apoyo a la causa del campo”.
Por culpa de la Provincia, ahora los porteños fumadores, ex fumadores y no fumadores “estamos en el humo”, como decía una propaganda de cigarrillos hace muchísimos años.
Pensar que, hace una semana, la antorcha olímpica paseó por el centro de Buenos Aires y, a pesar del colapso del tránsito, nadie tosió. Ni los que se la agarraron con Luis Palau, ni los que siguen escandalizados por los piquetes de hace cuatro años.
El Ministro del Interior y la Secretaria de Medio Ambiente asociaron el fenómeno del humo a la crisis del campo; pero nadie; ni siquiera el mismo Luis D´Elía asoció el conflicto del campo con el descubrimiento de una estancia en Exaltación de la Cruz, donde se sometía a “trabajo esclavo” a mujeres y niños de cinco a catorce años.
Los medios de comunicación se hicieron eco de esta noticia; pero “cada cosa por su lado”. Tampoco realizaron tal asociación.
“Con la ropa no se juega”.
Hubiera estado bueno que las entidades representativas de “El campo” hubieran sacado una declaración condenando este tipo de prácticas laborales. ¿No?
Y del reclamo a que “alguien haga algo” con el tema del humo, pasamos a protestar porque se suspendieron los vuelos en Aeroparque y todos los viajes terrestres a las zonas Norte y Oeste desde la Capital Federal.
Así es la “Gata Flora”, siempre y cuando no viva en Caballito, y no se le haya ocurrido ponerse a jugar con un murciélago.
Qué lo parió. Ya ni Batman es confiable.
Hace unas semanas atrás, durante el conflicto entre el gobierno y el campo; ¿no había gatos vagabundos con rabia? Tal vez, si. Pero había noticias, declaraciones rimbombantes y mucho para cubrir.
Mientras, esta semana, volvió Tinelli. En mayo vuelve Susana; y, contra Newell´s, parece que vuelve Riquelme. Todo vuelve a la normalidad, aunque nunca deberá parecerlo.
De aquí en más, sólo queda ocuparnos del humo de los fumadores, y olvidarnos del campo, del humo de los pastizales, de los gatos rabiosos, de las provocaciones de “Los Simpson”, del trabajo esclavo y de la violencia escolar.
Algo más que humo nos traerá el viento cuando deje de soplar desde el norte.

Buenos Aires, 18 de Abril de 2008

lunes, 14 de abril de 2008

ÉRAMOS POCOS Y PARIÓ HOMERO

Alejandro Kaufnam, Director de la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, tuvo los quince minutos de fama que a todos nos auguró Andy Warhol, por su rol en el Observatorio contra la Discriminación en los Medios. De conducir, en las tardecitas de domingo, a comienzos de los 90, “Menos que 0”, por FM La Tribu(un lindo recuerdo), pasó a ser casi tan vilipendiado como la Presidenta por todas las estrellas del autodenominado “periodismo independiente”. Y todo en el horario central de “Telenoche”.
Lo mismo les pasó a los pibes de “La Cámpora”. Pensar que en otras épocas, una organización política integrada por jóvenes, tenía que secuestrar y asesinar a un expresidente, para que todo el mundo se enterara de su existencia y sus reclamos. Para mejor, creo que hemos cambiado un poco. ¿No?
Y pensar que muchos creíamos que Marcelo Bonelli era de Racing, Santo Biasatti de Boca, y María Laura Santillán de River. Ellos, además de Van Der Koy, Blanck y Silvestre son todos hinchas del rojo de Avellaneda, ya que no creo que cuando se autodefinen como “periodismo independiente”, se estén refiriendo a la independencia de criterio con respecto a ciertos poderes, no precisamente los constitucionales del Estado.
Para muestra, vaya este botón.
El día de los inocentes del 2001, la democracia argentina estrenaba el tercer presidente en menos de una semana. Adolfo Rodríguez Saa había asumido la presidencia anunciando el no pago de la deuda externa, siendo ovacionado por la casi totalidad de ambas cámaras, muchos de los cuales continúan frecuentando los mismos lugares, institucionales o mediáticos. Unos meses antes, el programa “Telenoche Investiga” había difundido una investigación y una denuncia contra el entonces Gobernador de la Provincia de San Luis.
Ese mismo 28 de diciembre, ingresé a la página de dicho programa. Busqué en el listado de las investigaciones realizadas y “clickié” en la correspondiente a quien en ese momento era el Presidente de la Nación. Un modesto cartel anunciaba que la investigación había sido sacada de la red de redes, aduciendo motivos presuntamente judiciales. Una semana antes, aún podía encontrársela.
Me pregunto: ¿A todos los hinchas de independiente les pasará lo mismo?
El mismo “periodismo independiente” anuncia en el titular del domingo que “Duhalde quiere volver a presentarse como candidato”; pero el que metió la cuña, dicen, fue Homero Simpson. Mejor dicho; no fue Homero, sino uno de sus amigos del bar de Moe, quien dijo que le gustaría “tener una dictadura militar como la de Juan Perón, que cuando te hacía desaparecer, te desaparecía”; a lo que otro agregó “y su esposa era Madonna”.
¡Calma! Ya sale la pegatina de afiches “¡No jodan con Homero!”
El ciudadano medio norteamericano, -en el que se basan “Los Simpson”-, siempre ha hecho gala de su ignorancia sobre todo los que ocurra fuera de los Estados Unidos. Recordemos ese capítulo del “Super Agente 86”, en el que Maxwell Smart aterriza entre palmeras y hombres vestidos con guayaberas, en lo que supuestamente era Buenos Aires.
Pero basta con escuchar los mensajes que muchos oyentes dejan en los contestadores telefónicos de los programas de radio matutinos, o a algunos anónimos ciudadanos decentes que se desgañitan indignados ni bien se enciende una cámara, para comprender que la ignorancia no es un atributo exclusivo de “Los Simpson” o del ciudadano medio norteamericano.
Vaya como ejemplo; esa joven que caceroleaba frente a la residencia presidencial de Olivos, y que vociferaba a los micrófonos “¡No quiero que haya guerrilleros como en Venezuela!”
Claro que si para el diario Perfil, su crítica más dura contra el gobierno nacional es la foto de la cartera Louis Vuitton de la esposa del empresario Rudy Ulloa; ¿qué nos quejamos de “Los Simpson”?
Y sí, Beatriz Sarlo. En los blog cualquiera puede decir lo que se le canta. Pero esto, estimada Beatriz, al igual que la ignorancia, lo tendencioso, inexacto o “berreta” no es patrimonio exclusivo de los blogs.
¿No es cierto, correligionario Homero?

Buenos Aires, 14 de abril de 2008

jueves, 10 de abril de 2008

NADIE ES PERFECTO (Pero “nadie” lo cree)

Sueñan las pulgas con comprarse un perro, y sueñan los nadies con salir de pobres..(...)
Los nadies, (...) que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.

Eduardo Galeano, fragmento de “Los nadies”


En 1969, el cantante y compositor Moris editó su primer disco, titulado “Treinta minutos de vida”. El trabajo, contenía, -además de “El oso”, canción emblemática para la historia del rock nacional-, un tema muy raro para la época llamado “De nada sirve” que, -según cuenta la leyenda-, se grabó en una sola toma y cuya letra fue improvisada en el mismo momento de la grabación.
Allí decía Moris: “Los que hacen música creen que es lo más importante..”Fruto de la improvisación, resulta dudoso que el autor se haya detenido a reflexionar sobre ésta, como sobre otras líneas que tiene la canción, a lo largo de más de siete minutos.
Lo cierto es que dicha frase, bien podría aplicarse a otras actividades y/o posiciones sociales. Por ejemplo: “los hombres del campo, creen que sin ellos no hay país”. O “los economistas creen que los números son los únicos que cantan”. O los miembros del Ejército, que dicen que “nacieron antes que la nación”. O algunos psicoanalistas que nos inducen a pensar que lo único importante de nuestras vidas es la terapia.
Algo parecido sucede con los medios de comunicación. Sus sentencias son “Palabra Santa”; así hayan metido la pata hasta el caracú, anunciando una inevitable victoria en la guerra de Malvinas, o minimizando o ninguneando los crímenes de la última dictadura, o pronosticando un dólar a diez pesos, durante la crisis del 2001.
Cualquier señalamiento, observación, corrección, crítica o respuesta que se le haga a un medio, es un ataque a la Libertad de Prensa; así se trate de comentar una pifiada en el pronóstico del tiempo, o un supuesto offside de Martín Palermo.
Los medios de comunicación, también, creen que son lo más importante; pero, además, se consideran intocables.
Cierta vez, una amiga médica me dijo “La salud es algo muy serio como para dejarla sólo en manos de mis colegas o de las obras sociales”. Traslado dicha sentencia a otro campo y llego a la conclusión de que “La información es algo muy importante como para dejarla sólo en manos de periodistas y de dueños de canales, diarios, radios, y páginas web”.
No sólo los últimos hechos han demostrado que unos no están a la altura de la información que manejan y difunden; sino que los otros han quedado demasiado expuestos en sus intereses. No es casual que un diario de reciente aparición se publicitara con el siguiente slogan: “porque no confundimos información de interés con interés de la información”.
Días atrás, el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires dio a conocer una resolución referida a la cobertura que los medios de comunicación hicieron sobre el conflicto entre las organizaciones representativas del campo y el gobierno. En ella, se puede leer que “han existido expresiones de periodistas –no corregidas ni enmendadas por colegas del propio medio o sus superiores- que, lejos de importar afirmaciones de hechos o apreciaciones opinables, llenan de vergüenza e indignación por sus contenidos clasistas y racistas, y por la supina ignorancia que revelan”.
Más adelante, la resolución de la entidad académica mostró su preocupación por la indiferencia de los medios en enmendar “dichos discriminatorios de quienes actúan por sus cámaras, micrófonos o páginas”, para finalizar exhortando al Comfer, al Inadi y al Consejo de la Mujer a poner en funcionamiento el Observatorio de la Discriminación en los Medios.
¿Cuál fue el acto seguido? Un solicitada de la Asociación de Entidades Periodísticas(ADEPA) denunciando “un intento perverso de la Presidenta Cristina Fernández de controlar al periodismo para adocenarlo”, y decenas de notas periodísticas contrarias a la recomendación de la entidad académica.
Como diría “Jack, el destripador”; “¡Vayamos por partes!”.
¿Qué es un observatorio? Simplemente eso. Un ente integrado por instituciones y personalidades destacadas en un determinado “metier”, que “observan” hechos, situaciones y procederes, que analizan posibles proyectos en su campo específico, y que proponen caminos y procedimientos a seguir para mejorar o modificar una determinada situación.
Tendría competencia en cuanto al contenido y la calidad de la información difundida, sin censurar nada, ni a nadie. Apenas sugerir en el sentido de la responsabilidad social de un actor importante en las sociedades modernas, como lo es el periodismo.
Entonces; ¿cuál es el problema?
El problema sería que los medios de comunicación quedarían expuestos al tratar la información como parte del show informativo que realizan a diario.
El problema no sería tal para la sociedad en general; sino para los medios de comunicación, quienes quedarían expuestos al tratar la información como parte de un “show informativo” que realizan a diario y verían puesta en discusión su autoproclamada actitud de dueños de la verdad y la ética.
Los que tenemos algunos años, aún recordamos el scketch que protagonizaban Juan Carlos Altavista(“Minguito Tinguitela”) y Vicente La Rusa(“El preso”) cuando ante el enojo de sus eventuales entrevistados para el periódico vecinal “La voz del rioba”, decían “¡Nosotros somos el cuarto poder!”, “¡te podemos levantar un monolito, como te podemos hacer un buraco así de grande!”.
Inocencia aparte de los personajes que protagonizaban dicho scketch, los medios de comunicación se presentan, hoy, con el mismo carácter extorsivo, y esa parecería ser la única razón de ser de su rechazo a cualquier iniciativa que pueda esbozar alguna crítica a su accionar.
Confundir la irresponsabilidad de efectuar “actitudes discriminatorias” con el ejercicio de la “Libertad de prensa”, es confundir leche con caldo de teta.
Personalmente, creo que un observatorio de medios no debería concentrarse, solamente, en la discriminación; sino, también, en la veracidad, el equilibrio, la exactitud y el sentido de la información.
Pero ya sabemos que nadie es perfecto; aunque “el señor nadie” no lo cree.

Buenos Aires, 10 de Abril de 2008

lunes, 7 de abril de 2008

EL QUE NO SALTA ES UN ..

Finalizó el paro del campo y saltó el paro de Aerolíneas. No hay caso. En este país, la gente con recursos no da para sustos. Cuando no les desabastecen el ojo de bife, “les prohíben” el viaje al spa en Brasil. Por suerte, fueron sólo cuatro horas. No quiero ni pensar si la huelga de Aerolíneas hubiera durado la décima parte de lo que duró el lock out del campo.
Los que estaban esperando que terminara o se suspendiera el conflicto entre el gobierno y las entidades ruralistas, son los adolescentes que todavía van a la escuela. Parece que, mientras las rutas estaban cortadas, los chicos se portaron “como en misa”. Pero una vez que De Ángelis soltó el último micrófono, los pibes salieron a repartir, a diestra y siniestra, como la barra brava de River.
En La Plata, un chico trompeó y pateó a su maestra. En Misiones, un adolescente apuñaló a otro, luego de discutir por una chica, al más puro estilo “Un guapo del novecientos”. En Mar del Plata, un alumno, molesto por una sanción disciplinaria, atacó a la directora de su escuela. “Si los que más ganan en este momento, arman semejante despiporre porque el gobierno quiere que ganen un poco menos; ¿por qué me tengo que comer una sanción por una pavada?”, habrá pensado el muchacho.
Todo sucedió o pareció suceder en el mismo día. Claro, hasta el miércoles, hasta los delincuentes estuvieron pacíficos. Tan pacíficos que durante el lock out no hubo asaltos, secuestros express, salideras, tomas de rehenes, ni accidentes automovilísticos. ¿A quién se le podía ocurrir “salir de caño” o manejar mamado con el problema que hay en el campo?
Perdón. El lunes si ocurrió algo. A la salida de una escuela de San Isidro, dos chicas molieron a golpes a “la linda de la clase”, mientras otros estudiantes filmaban lo que ocurría. Sucedió el lunes; pero el hecho salió a la luz el viernes. ¿Qué medio iba a cubrir este hecho con el raiting que daba De Angelis? Era mejor la piña de D´Elía; ¿no?
Otro que saltó después del lock out fue Charly; pero con él estamos acostumbrados.
Por lo que nadie saltó, o si lo hizo, el “periodismo independiente” no se enteró, fue por el cierre de los hospitales Borda, Moyano y Tobar García. La noticia que se difundió fue que la sede del gobierno porteño se trasladará al barrio de Barracas; más precisamente a los terrenos donde todavía funcionan esos centros neuropsiquiátricos. Lo que nadie informó es dónde irán a parar los locos, y dónde se atenderán los aspirantes a serlo.
Mientras, las propiedades de los alrededores se cotizan más que un garage de Palermo SOHO o una hectárea sojera.
El que no tuvo paz, mientras duró el conflicto entre el gobierno y el campo fue Porretti, el suspendido intendente de Pinamar. Para los medios fue una lástima que se entregara justo a cinco minutos del final de “Telenoche”. ¿Cómo no esperó hasta el lunes? ¿No vio el show que se había montado, mostrando cómo la policía revisaba el baúl de un Twingo, donde entran dos bolsos de mano? Hubiera estado bueno un fin de semana lleno de emboscadas periodísticas, después de tantos móviles desparramados por las rutas.
El que no saltó fue el “Menchi” Sábat, luego de que la Presidenta dijera que el dibujo publicado por Clarín era “un mensaje cuasi mafioso”. Pobre “Menchi”. Después de más de treinta años dibujando la actualidad, se come este garrón. Él no saltó; pero sí saltaron todos los que discriminaban entre “manifestantes” y “piqueteros”, en nombre de la libertad de prensa.
No es para que salte nadie más; pero en el diario “El País” de Madrid, leo que en la Universidad de Alcalá de Henares se presentó el libro “La democracia ayer y hoy”, en el que seis catedráticos españoles, desde distintas disciplinas, reflexionan acerca de la democracia, desde Grecia hasta nuestros días. En la presentación, el editor Javier Santillán señaló “Si tuviéramos que destacar un hilo conductor podríamos decir que la democracia sólo prospera en países y regiones que cuentan con una situación económica favorable. Podríamos afirmar que sin bienestar económico, resulta muy difícil consolidar la democracia”.
Evidentemente, don Javier no reparó en los últimos hechos ocurridos en la Argentina, en los que quienes le gritaban al gobierno democrático “¡Que se vaya!”, fueron los que cuentan con mayor bienestar económico.
Es como me dijo, una vez, un amigo actor: “El que no salta, no sale en la tele; y si no salís en la tele; no existís”. ¡That is the question!


Buenos Aires, 4 de Abril de 2008

D´ELÍA Y LA SOCIEDAD DECENTE

No me gusta Luis D´Elía. Por los mismos o diferentes motivos por los que no me gustan muchos otros, coincidan o no con mi manera de pensar. Y empiezo aclarando que no me gusta Luis D´Elía para que otros que me desagradan(tanto o más que el mediático personaje) eviten descalificarme en el primer párrafo, colocándome al lado del dirigente “matancero”, acusándome de profundizar las viejas antinomias.
No me gustó que D´Elía marchara a la Plaza de Mayo el martes 25 a la noche. No porque él no me guste. Creo, -como dijo el Jefe de Gabinete-, que tiene tanto derecho a expresarse como los que lo hicieron unas horas antes, cuyas motivaciones y consignas me recuerdan el estribillo de esa canción de Serrat que dice “Entre esos tipos y yo hay algo personal”.
No me gustó que D´Elía marchara a la Plaza de Mayo porque era innecesario. Si no lo hubiera hecho, la dudosa “convocatoria espontánea” de las cacerolas, hubiera quedado como quedó en el recuerdo(o en el olvido de muchos) la primera marcha de Blumberg. Hubiera sido un golpe para el gobierno, hubiera generado interminables debates y las espasmódicas reacciones fogoneadas por los medios de comunicación, hasta que éstos hubieran pasado a “otro tema”, ni bien apareciera el lomo o el cuadril en las góndolas de los supermercados.
Tampoco me gustó que D´Elía le pegara a un tipo que, -gracias a eso-, tuvo su media mañana de gloria hablando en cuanto micrófono se le pusiera adelante. No me gustó porque tampoco me gusta cuando alguien se niega a escuchar lo que el otro le dice. Porque no me gustan los burros y los necios que repiten y repiten lo que oyen(no que “escuchan”) por televisión o radio. Porque no me gustan los tipos que descalifican las opiniones con muletillas como “zurdo”, “peronacho”, “piquetero” o “negro de mierda”.
No me gustó que D´Elía dijera que estaba dispuesto a “matarlos a todos”, porque nunca me gustó que se matara a nadie. No me gustó como no me gusta cuando alguien dice “a estos putos hay que matarlos a todos”, o “a estos negros hay que matarlos de chiquitos”, o “los desaparecidos está bien donde están”. No me gustó porque no me gusta que en mi país se haya matado a los indios, a los gauchos(si; a los gauchos), a los inmigrantes, a los obreros, a los jóvenes y a todos los que se opusieran al poder de turno.
No me gustó que D´Elía dijera “sólo me mueve el odio que le tengo a la oligarquía”, porque tampoco me gusta el odio que a otros los mueve contra la Democracia, las instituciones de la República, la Justicia, el Estado, cuando éstos no satisfacen sus propios intereses o gustos estéticos. No me gustó, como tampoco me gustó el “que se vaya” de los caceroleros.
No me gustó que el mismo personaje saliera, al día siguiente, a decir que “en la oligarquía también hay gente buena”. Sencillamente, porque me recordó a cuando algunos dicen “es zurdo; pero bueno”, o “es peronista; pero piensa”, o “es negrito; pero trabaja”, “es mina; pero piola”.
Como verán, no me propongo defender a Luis D´Elía. Tampoco sumarme a la “sociedad decente”, que “se cree decente”, que “se ve a sí misma com la única decente”, y que ha encontrado en el piquetero, en el cartonero, en el desocupado, el inmigrante o en el trabajador municipal(o presunto “ñoqui”) y en todo el que sea distinto, el nuevo estigma a su autoproclamada decencia.
No me gusta Luis D´Elía, porque me parece tan arrogante, prepotente, mediático y egocéntrico, y destila tanto odio como los que dice odiar; que tampoco me gustan, porque son tan arrogantes, prepotentes, mediáticos y egocéntricos, y destilan tanto odio de clase, como D´Elía; aunque se imaginen distintos.

Buenos Aires, 28 de Marzo de 2008