lunes, 30 de marzo de 2009

"EL SILENCIO DE LOS SONIDOS"

“No leo los diarios. Me ponen mal, no solamente porque las noticias son atroces sino porque la forma de presentarlas es falaz y tramposa(…) Las tapas de “Crónica” o “Información General” de “Clarín” son fuentes poéticas inagotables, por su grado ya abierto de mentira y manipulación, que son procedimientos con los cuales trabajan los artistas(…) Además se basan en la suposición de que son mentira. No hay ningún periodista que escriba una nota diciendo “no sé”; excluyen la duda y la pregunta del discurso con que construyen el mundo. Raro, porque hasta la filosofía está construida por la duda”

Rafael Spregelburg, autor y director de teatro, en reportaje de Agustín Valle para Revista “Debate”, número 314, Buenos Aires, marzo de 2009.


La sociedad “decente, bienpensante y apolítica”(DBA) suele mezclar los tantos. No es ninguna novedad.
Confunde justicia con venganza, transgresión con tirar cohetes en los velorios y entretenimiento con información.
Como su misión es consumir, consume entretenimiento. Pero, como confunde eso que compra con información, presume de informada; y, así, habla de estética, cuando se pone a opinar de política; a pesar de aclarar, a cada rato, que es “apolítica”.
Y; sí. Está hablando de estética. No de política.
Aunque, paradójicamente, esté hablando de política, pese a que lo niega, al terminar cada oración.
Así, en la contradicción y en la paradoja, es como la serpiente se muerde la cola, dentro de su huevo.
Y, como la estética y la moda van de la mano, nuestra/o ciudadana/o DBA compra como si paseara por un shopping.
Pero no compra cualquier cosa. Compra lo que está de moda, se trate de objetos o de ideas.
Y, como oponerse está de moda; se opone, aunque no sepa bien a qué se opone.
Basta mirar, con un poco de atención, al noticiero que aceptamos a la hora de cenar, para darnos cuenta que lo que vemos en televisión, u oímos en la radio es un “espectáculo de las noticias”, y que los presuntos periodistas independientes no son más que actores que sobreactúan sus “la mesa está servida”, como si fueran simples vendedores, o aspirantes a pastores pentecostales que nos tocan el timbre, un domingo a la tarde, para vendernos una salvación, ante la inminencia de un Apocalipsis que sólo ellos no paran de vislumbrar.
Algo parecido pasa con los dirigentes llamados “de la oposición”, quienes(marketing electoral de por medio) no pueden decir que son “apolíticos”, y adoptan todos los tics de nuestra/o ciudadana/o DBA.
Así, vendedores y potenciales clientes compran, entre sí, los mismos productos, olvidando, ninguneando y negando los idearios, las doctrinas y las ideologías que, alguna vez, les dieron razón de ser y su identidad.
Por eso venden y compran que si el proyecto de Ley sobre Servicios de Comunicación Audiovisual(Ley de Radiodifusión, para “la gilada”, cliente de “Clarín” y de “Crónica TV”) se aprueba alguna vez, “la Argentina se parecerá a la Venezuela de Chávez“, por más que el proyecto esté inspirado en la legislación norteamericana, canadiense y de la Unión Europea; y no en la “bolivariana”.
Vale aclarar, aquí, que la legislación norteamericana no permite que el propietario de un medio gráfico lo sea, también, de una radio o un canal de televisión. ¿Qué sería de Clarín, o de Telefé, si la legislación norteamericana le permitiera al New York Times ser dueño de radios AM y FM, canales de televisión de aire y monopolizar el mercado del cable?
Pero, a la sociedad DBA no le interesa complicarse. Con entretenerse le alcanza.
Así compramos la consigna “¡Estamos peor que nunca!”, proclamada por autores, ejecutores y propaladores a sueldo de privatizaciones, convertibilidades, blindajes, “leyes Banelco”, descuentos del 13% a jubilaciones y sueldos estatales, devaluaciones, promotores de LECOPs, Patacones y demás yerbas, como si los hechos ocurridos a fines del 2001 y principios del 2002 no hubieran sucedido en la Argentina.
Así compramos sermones religiosos de políticos, y proclamas políticas de religiosos, mientras el debate sobre la pena de muerte pasa, sin ninguna seriedad, por medios televisivos, radiales y gráficos, usualmente, destinados a romances, peleas de vedettes y gacetilleros a sueldo.
Mientras tanto; ¿dónde están los dirigentes de partidos o facciones que autoproclaman su vocación republicana? ¿Estarán a favor de la pena de muerte, o tendrán miedo de perder “el voto bala”, al proclamar sus principios?
Por las dudas, no les preguntemos a los candidatos de “la triple alianza PROperonista” lo que piensan al respecto.
¿Y la Iglesia, que tanto habla en nombre del derecho a la vida cuando se discute sobre el aborto?
No puede. No tiene tiempo. Apenas le dio el cuero para consensuar un documento en el que recomienda el diálogo, como si las declaraciones de famosos y chupamedias a favor de la pena de muerte no hubieran sucedido acá nomás.
Demasiado trabajo da el combatir el uso del preservativo en África.
Así, en esta coyuntura de contradicciones y paradojas, uno se encuentra con desestabilizadores desestabilizados, conspiradores conspirados, ignorantes ignorados, encrespadores encrespados, desinformadores desinformados, ninguneadores ninguneados, interesados desinteresados y viceversa, y decentes hipócritas, bienpensantes ignorantes y apolíticos que son de derecha, y que, pese a las evidencias, se esmeran en negarlo.
Y, de pronto, uno se encuentra con un Bergman(Ingmar, el director de cine sueco), quien supo representar el nacimiento del nazismo en Europa, en su película “El huevo de la serpiente”.
Y, al mismo tiempo, uno se encuentra con otro Bergman(Gabriel, el rabino), quien no hace otra cosa que estigmatizar a “el otro”, al que no es ni vive como él, desvalorizando a quien no piensa como él, y condenando de antemano a quien no tuvo el mismo origen que él.
Casi lo mismo que hizo Hitler, en sus inicios, con el pueblo que Bergman dice representar.
Así, en esta mezcolanza y en cualquier confusión, vale todo; y la serpiente por nacer se muerde la cola dentro de su huevo, y no perdona que le hayan adelantado el parto para junio, como si fuera una sirvientita que, ni siquiera sabe quién es el padre de su hijo.
O, tal vez, no pueda esperar hasta fines de junio para confesar sus propósitos; o sus inconfesables despropósitos.

Buenos Aires, 28 de marzo de 2009

miércoles, 18 de marzo de 2009

"SUEÑO CON SERPIENTES"

“La moda es el inicio de la muerte”

Leopardi


“¿Adolf Hitler? No lo conozco. ¿Hace Pop?”

Micky Vainilla, personaje de “Peter Chapusotto y sus videos”


“Debemos tener mucho cuidado. Además los recursos económicos son limitados. Nos patrocina una entidad privada.
No soy un monstruo, Abel. Lo que has visto son los primeros pasos de un desarrollo necesario y lógico…
En unos años la Ciencia pedirá los documentos y continuaremos con los experimentos a gran escala. Estamos adelantados, Abel. Estamos aquí para ser sacrificados. Es lógico.
En uno o dos días, tal vez mañana, el ejército de Alemania del Sur intentará una revuelta, dirigida por un demente llamado Adolf Hitler. Será un fiasco descomunal.
Herr Hitler carece de capacidad intelectual y de técnica. Él no sabe las fuerzas tremendas con las que se enfrentará. Será arrasado como una hoja marchita el día que se desate la tormenta.
Observa esa imagen. Observa toda esa gente. Son incapaces de una revolución. Están muy humillados, muy temerosos, muy oprimidos. Pero en diez años…
Para entonces…
Los de diez años tendrán veinte…
Los de quince tendrán veinticinco…
Al odio heredado por sus padres, ellos añadirán su propio idealismo e impaciencias.
Alguno se adelantará y pondrá sus sentimientos en palabras. Alguno prometerá un futuro. Alguno hará sus demandas. Alguno hablará de grandeza y sacrificio.
Los jóvenes e inexpertos brindarán su valor y su fe a los cansados e indecisos.
Y entonces habrá una revolución, y nuestro mundo se hundirá en sangre y fuego.
En diez años, no más, ellos crearán una sociedad sin igual en la historia mundial. La antigua sociedad se basaba en ideas muy románticas sobre la bondad del hombre. Muy complicado, ya que las ideas no concuerdan con la realidad.
La nueva sociedad se basará en un juicio real de los potenciales y las limitaciones del hombre.
El hombre es una deformidad, una perversión de la naturaleza.
Entonces, nuestros experimentos tendrán lugar. Lidiamos con la forma básica y luego la moldeamos. Lidiamos con las fuerzas productivas y controlamos las destructivas. Exterminamos lo inferior y aumentamos lo útil.
(…)
Algún día podrás decir esto a quienquiera que desee oírlo. Nadie va a creerte, a pesar de que cualquiera que haga un mínimo esfuerzo puede ver lo que depara el futuro. Es como un huevo de una serpiente. A través de una delgada membrana, se puede distinguir un reptil ya formado”.

Monólogo de un personaje, en el final de la película “El huevo de la serpiente”, de Ingmar Bergman.



Los habituales protagonistas de “La pavada” del diario Crónica, pasaron a las páginas de “política”, nada más que abriendo la boca; y las producciones de programas serios como los de Morales Solá, Nelson Castro, Fernando Laborda, Tenenbaum y Zlotowiagda, y Sylvestre y Bonelli terminaron peleando primicias con las de Rial, Canosa y Lucho Avilés. Hasta editorialistas de prestigio como Van Deer Koy, o Pagni, Aguinis, Grondona y Kovadlof terminaron compitiendo con Luis Ventura.
Un bajón para el periodismo (de) independiente.
Primero, ante el curioso asesinato de su florista, Susana Giménez convocó a una conferencia de prensa, en la puerta de su casa, en Barrio Parque, para reclamar la pena de muerte, y decir su célebre frase: “El que mata tiene que morir”.
Ya nos hemos preguntado, en este espacio, ¿qué le tendría que tocar a quien contrabandeó un Mercedes Benz, lo escondió en un galpón, debajo de una parva de pasto, y fue descubierta en tres delitos al mismo tiempo, y nunca entró por la famosa puerta por la que se dice que entran los delincuentes para salir por la otra?
Enseguida, saltó Sandro apoyándola, aconsejando que quien no estuviera de acuerdo con la diva, debía cortarse un dedo.
Días antes, el autor de estas líneas se rebanó un pedazo de dedo cocinando; pero no por seguir las recomendaciones de “El gitano”, a pesar de exclamar “¡Lo juro por ésta!”, en el momento de terminar con las huellas digitales de su pulgar izquierdo.
Para no ser menos, días después, el auto-confesado ex amante de la diva de los teléfonos(no es de “hombres” andar contando intimidades por ahí para conseguir prensa, me parece), un muchacho del barrio de Flores que ahora vive en Belgrano, que en plena dictadura militar cantaba “¿A dónde vas? ¡Quedate en Buenos Aires!”, dedicado a quienes se veían obligados a exiliarse, por esos años, pidió que saliera el ejército a las calles.
Inexplicablemente, detrás de éstos, salieron a decir lo suyo Luis Alberto Spineta y Mike Amigorena.
Inmediatamente, Marcelo Tinelli salió a decir lo suyo; y, detrás, no faltó personaje que no estuviera a favor de la pena de muerte.
Hasta Enrique Macaya Márquez habló de la seguridad, utilizando como apoyo argumental la pelea entre dos fracciones de la hinchada de Boca Juniors, para defender el monopolio de TyC para la transmisión de los partidos de fútbol.
Finalmente, “la diva de los teléfonos” terminó pidiendo el regreso del servicio militar obligatorio “para que los pibes no caigan en el paco”. Días antes, su hermano, había dicho que lo mejor era “darle paco a los pibes para que revienten de una vez”.
Como corolario, alguien convocó a una marcha a Plaza de Mayo. Blumberg quedó a la izquierda de la farándula, y la espectativa giró en torno de qué famoso asistirá y cuál no.
Mientras tanto, la oposición política, que está para oponerse al oficialismo; pero olvida sus principios republicanos para dejar pasar expresiones como las pronunciadas por la farándula; continúa sacando declaraciones por las dudas.
Por las dudas continúen las retenciones a la soja; por las dudas se adelanten las elecciones; por las dudas se recreen las Junta Nacional de Granos y la Junta Nacional de Carnes; por las dudas se envíe al Congreso una nueva ley de radiodifusión; por las dudas, por las dudas y por las dudas.
Causa tristeza que dirigentes que dicen defender la institucionalidad de la República, hagan oídos sordos a semejantes proclamas de simples famosos, y no se opongan a posturas propias de la Edad Media.
¿Será que días antes del 28 de junio esperan sentarse en el living de Susana Giménez, y por eso hacen como si la pelota se fuera a afuera?
¿No ven lo que el personaje de la película de Bergman dice(“A través de la delgada membrana, se puede distinguir un reptil ya formado”)?
¿Se ve el reptil o no se ve?

Buenos Aires, 18 de marzo de 2009

viernes, 13 de marzo de 2009

LOS UNOS Y LOS OTROS(4ta y Última parte)

“Nunca es triste la verdad.
Lo que no tiene es remedio..”

Joan Manuel Serrat, “Sinceramente tuyo”


Al final, en el “paisaje de Catamarca”, no hubo fraude y “triunfó la Democracia“. Simplemente, porque los candidatos del gobierno nacional salieron segundos, como Carlos Reutemann, cuando era piloto de Fórmula Uno.
Si el resultado hubiera sido otro, hoy, estaríamos hablando de fraude y de clientelismo. Pero, por suerte, “triunfó la Democracia“; aunque quien ganó en Catamarca fue el mismo oficialismo provincial que gobierna desde 1991; y a nadie se le ocurrió hurgar en las estratagemas utilizadas por éste para ser tapa de los matutinos del lunes.
Igualmente, se denunció el faltante de boletas; pero era muy difícil alegar fraude con un PROperonismo tercero cómodo, y una Coalición Cívica con el 3,45 % de los votos.
También, con Barrionuevo y Saadi como aliados; ¿qué podía esperar el gobierno nacional?.
¿Era o no un espejo de las próximas elecciones nacionales de octubre, las legislativas provinciales de Catamarca?
Todo depende del cristal con el que se mire, de la mitad llena o la mitad vacía del vaso, y “más frágil que el cristal fue mi amor junto a ti”, escribía Enrique Cadícamo, y cantaba Roberto Goyeneche, en otros tiempos.
Porque el trabajo de la oposición es oponerse; y “chocolate por la noticia” si la oposición se opone a las retenciones a la soja, a la despenalización de la marihuana, a las carteras “Louis Vuitton”, o a una futura nueva ley de servicios audiovisuales.
“¡No importa; pero me opongo!” -parecen decir los opositores, como si nunca aspiraran a convertirse en oficialismo; es decir; en gobierno, ¿en poder?, en estar del otro lado del mostrador.
Porque parecería que el mayor deseo de la oposición sería que el Kirchnerismo triunfara en todas las elecciones por venir, y así ésta se afirmaría en su identidad adolescente-persecutoria, declamando fraudes, clientelismos y sobreactuaciones varias; en lugar de ir adquiriendo, paulatinamente, responsabilidades legislativas y de gestión, y presentando ante la sociedad su verdadero rostro, y no subiéndose al primer colectivo que la deja en la puerta de la próxima elección.
Por eso pareció quedar “agarrada de la brocha”, ante el acuerdo(traición) de la mesa de enlace con el gobierno.
Porque un gobierno, -del signo ideológico-partidario que sea-, tiene como trabajo el proponer y el hacer, a través de “decretos de necesidad y urgencia”, o del diálogo, el consenso y el acuerdo con distintos interlocutores.
Pero, cuando esos interlocutores se quejan de la falta de diálogo y, mientras, negocian “en secreto” con el gobierno, y luego lo realizan públicamente, y acuerdan; pero temen ser colgados de “las pelotas llenas” por las actitudes de Alfredo De Ángeli, o las auto-manijeadas “bases“; y, otra vez, vuelven a “correr el arco”; y, otra vez, “y dale con Pernía” y la soja, y la negación de los beneficios de la Resolución 125, y las invocaciones a “la Kaja”, y “la mar en coche”; uno no tiene más remedio que preguntarse si esos dirigentes pueden ser tomados como “interlocutores válidos”, cuando no parecen ser capaces de “honrar” los acuerdos a los que llegaron, en nombre de la representación que dicen desempeñar.
O son irresponsables para llegar a acuerdos con un gobierno, o no son representativos de “las bases” a las que dicen servir.
Y, después, se habla de “códigos” en la polémica entre Maradona y Riquelme.
Pero; claro; si el falso ingeniero Blumberg terminó quedando a la izquierda de la farándula local; ¿a quién se le pueden exigir responsabilidades públicas?
Si, como dijo Susana Giménez que “el que mata tiene que morir”; ¿qué habría que hacer con quien contrabandea un Mercedes Benz con franquicia para discapacitados, lo esconde en un galpón y, encima, es descubierta, y nunca entró por esa puerta por donde se dice que entran los delincuentes, para salir por otra? ¿En nombre de qué valores puede hablar un cantante que escribió, en 1978, una canción que decía “¿A dónde vas? Quedate en Buenos Aires”, dedicada a quienes se exiliaban, durante la última dictadura militar, y luego modificó el contexto con un recitado que la ubicaba diez años después?
Mientras tanto, en el “al don Pirulero” de la eterna adolescencia del “País jardín de infantes”, los medios de comunicación atienden su juego, defendiendo los monopolios adquiridos o por adquirir, poniéndole un micrófono a “cualquier cacatúa(que) sueña con la pinta de Carlos Gardel”.
Todo vale. Desde el hacer una encuesta entre propietarios de departamentos sobre el posible aumento de sueldo de los encargados de edificios, como lo hizo Clarín; hasta confundir la aprobación de una ley contra la defensa de la violencia familiar con la inminencia de la despenalización del aborto, como lo hizo La Nación. ¿Qué podían opinar los propietarios? ¿Qué parte de la noticia iban a leer los lectores de La Nación? ¿Eso es informar “objetivamente”, o invitar a un debate serio? No jodamos. Ya somos grandes.
Mientras, infructuosamente, el gobierno nacional sigue intentando hacerse oír en sus aciertos y exponiendo, tontamente, sus metidas de pata. Solo se escuchan los alaridos de los monos que bailan por la plata, porque por la plata baila el mono.
Es triste tener que contradecir a Serrat; pero no parecen venir buenos tiempos para la gente “marchosa“; aunque, entre esos tipos y uno haya “algo personal”.

Buenos Aires, 13 de marzo de 2009

viernes, 6 de marzo de 2009

“LOS UNOS Y LOS OTROS”(3ra parte)

“Con la cantina y con la cantora,
Con la televisión gastadora,
Con esa chica bien decorada,
Con esa vieja toda quemada.
Gente revista,
Gente careta,
La grasa inunda cual fugazzeta”.

Charly garcía, “La grasa de las capitales”


“Deben ser los gorilas, deben ser..”

Fragmento de la obra “Tarzán”, puesta en el aire en Radio “El Mundo”, por el grupo “Los cinco grandes del buen humor”, en 1955.



Desde la invención de la imprenta, por parte de los chinos, la difusión de la información adquirió un alo de santidad indiscutible, a menos que progresos técnicos o científicos posteriores, convirtieran a dicho relato en un simple cuento para niños. El que podía imprimir, poseía una información, un saber y un poder. Así, las religiones europeas crearon la Educación y, probablemente, los chinos hayan sido los inventores de las “Tecnologías de Información y Comunicación”, hoy, académicamente, llamadas “TICs”.
Ya en la modernidad, hace dos siglos, apenas, surgieron por estos lares los primeros periódicos, creados por hombres influenciados en los ideales de la revolución francesa. Ponían en discusión los preceptos morales y cognitivos del catolicismo y se proponían difundir sus discrepancias con el orden imperante, dirigiéndose a una población mayoritariamente analfabeta.
Nuevamente, unas minorías ilustrada poseían un saber y disputaban un poder.
Tuvo que pasar casi un siglo, para que la difusión de la información tuviera su primer complemento: la radio. Pocas décadas después, llegó la televisión, que amenazaba con hacer desaparecer los inventos anteriores, entre ellos; el cine.
Poco menos de media centuria antes, Graham Bell había inventado el teléfono.
A mediados del siglo pasado, “las TICs” se distribuían de la siguiente manera: la comunicación, a través del teléfono; la información, a través de los diarios, la radio y la televisión; y el entretenimiento, a través de la radio, la televisión y el cine. Sin querer o buscándolo, premeditadamente, cada una se convertía en dueña de una parte de nuestras necesidades(de comunicación, de información y de entretenimiento) y, por lo tanto; en un saber y en un poder.
¿Acaso, hoy, no está en discusión la veracidad de la llegada del hombre a la luna?
Desde entonces hasta ahora, inmensas pequeñas revoluciones irían modificando nuestras necesidades y nuestras formas de relación con nuestros entornos y el resto del mundo: las transmisiones en directo, la televisión a color, el fax, la televisión por cable, las computadoras personales, los videos clubes, y, finalmente, internet y la telefonía celular.
Hace menos de quince años atrás, en Argentina, una empresa nos proveía del servicio de telefonía fija; otra el de televisión por cable; otra el de telefonía celular, y otra el de internet. Cuatro empresas para cuatro servicios.
Hoy, la empresa editora de un diario puede ofrecernos los servicios de internet y televisión por cable, además de sus influencias en la industria editorial y del entretenimiento en general. Hoy, una empresa concesionaria de la telefonía fija nos puede ofrecer, además, los servicios de telefonía celular y de internet, sus alianzas con empresas editoriales y del entretenimiento. Una empresa para cuatro o cinco servicios.
Es decir; hoy, unas pocas empresas se están disputando nuestro acceso a la comunicación, a la información y al entretenimiento. Pero, en estas cuestiones, “el aire no es gratis”, como tampoco lo es el papel de los diarios y revistas que leemos. De ahí que un medio(ni hablar de un multimedio) necesita de anunciantes; y cuanto más grande es el medio; mas importantes tendrán que ser los anunciantes y sus aportes.
Y como “por la plata baila el mono”, y “con la ropa no se juega”´, nadie difundirá información acerca de las bondades de un producto, cuya empresa no sea un real o potencial auspiciante; como, tampoco, nadie hablaría mal de un producto de un auspiciante.
Valga como ejemplo, la vez en que se detectaron casos de Esterichia Coli en productos de la más conocida cadena de comida rápida, y el periodista Daniel Haddad comió una de esas hamburguesas al aire. La empresa de “los arcos dorados” era uno de sus anunciantes. Seis meses después, en el mismo programa, se difundía una investigación sobre los intoxicados con dicha bacteria y se denunciaba a la misma empresa que antes se defendía. La cadena de comida rápida había dejado de anunciar en ese programa.
Como se verá, hay mucho dinero, saber y poder en el juego de nuestra comunicación, nuestro entretenimiento y nuestra información. Con prestar atención a la tanda de cualquier programa de radio, cualquier alfabetizado se dará cuenta “por la plata de quién baila ese mono”.
Luego, cada cual decidirá si creer en Papá Noel, o aceptar que éste fue un invento de la Coca-Cola.
¿Periodismo independiente? ¡Es el negocio; estúpido!
Continuará…

Buenos Aires, 4 de marzo de 2009