DE INDEPENDIENTES E INDEPENDIENTES
"No estás ciego si no ves donde no hay Nada.." (Charly García; "Noche de perros")
¿Será por el calor, por la llegada de las fiestas o por la constante presencia sonora de “Los guachiturros”?
Lo cierto es que, por lo visto, pareciera que “el bobero” no da abasto.
Tanto con los bobos de verdad, con los que se hacen y con los que nos toman por idem.
Vemos algún que otro ejemplo.
Por la zona de Tribunales, y más en la estación de subte del mismo nombre, se puede ver un afiche que dice: “Dr. Ricardo Lorenzetti, Presidente de la Suprema Corte de Justicia, violador de los Derechos Humanos”.
Firma dicha acusación una “Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos en Democracia”.
¿Quiénes vendrían a ser esos “presos políticos en Democracia”?
Procesados y condenados, -en democracia y con todas las garantías de la ley-, por delitos de lesa humanidad.
Es decir; por violar los derechos humanos.
“Mirá quién habla”. ¿Se llamaba así la película?
Siguiendo con los afiches, y con “muertos que se asustan del degollado”, dos grupos de entidades gremiales empresarias mercantiles han realizado sendas pegatinas, reclamando a las autoridades “terminar con la venta ilegal”, y/o ambulante, o clandestina.
Pobres. Sus derechos tienen para realizar el reclamo.
Claro que si uno se pone “los anteojos para ver de lejos” y observa con detenimiento, comprobará que los afiches están colocados en lugares no habilitados para tal fin, o bien sobre mobiliario urbano contratado anteriormente por otros difusores.
Es decir; ambas pegatinas estarían “en infracción”.
O sea; tan ilegales y clandestinas como los sacacorchos que se ofrecen en las calles del Centro, o “downtown”, si nos pusiéramos en “globalizados”.
¿Qué pasaría si los locales de una calle céntrica amanecieran empapelados con afiches que rezaran “Terminemos con la pegatina ilegal de carteles”?
Pero, con lo que “el bobero” ha colmado su capacidad operativa es con el tema de si Cobos le toma juramento a Cristina o no.
Parece que, -como los vendedores ambulantes y los comerciantes de la calle Florida-, algunos medios de comunicación y algunos dirigentes políticos “de algo tienen que vivir”.
Y, en los últimos días, en “liquidación” o en “oferta”, no han encontrado mejor “cochavo” que darle y darle al asunto, como si el tema mereciera ser discutido o fuera discutible.
Se gastaron casi tantos minutos de aire radial y televisivo, tinta y bytes como para hablar de la crisis europea.
¿Qué dice la Constitución vigente?
¿Qué si el/la Presidente/a es reelecto/a quien debe tomarle juramento es el/la Vicepresidente/a en funciones?
Bueno. Entonces, quien deberá tomarle juramento a Cristina será Cobos.
Y, como decíamos en el barrio, “tendrá que aguantarse el calor con ropa de lana”.
Es decir; tendrá que soportar silbidos, abucheos y cánticos hostiles; los que, hoy en día, forman parte de sus funciones.
Le guste o no le guste.
Después de todo; su papel no se ha caracterizado por ser “un desecho de virtudes”. ¿No?
Nadie lo obligó a ser parte del “Cristina, Cobos y vos”, ni del “voto no positivo”, por más que le haya echado la culpa a su hija por las decisiones tomadas por un “señor mayor”; ¡caramba!.
Pero, con lo que “el bobero” se frota las manos (después de todo; a él le pagan por “cazar bobos”; no para discriminar quién es, quién se hace o a quien lo toman por tal) es con la reciente elección del Club Atlético Boca Juniors.
Más allá de lo curioso de que el mismo día en que dicho club sale campeón del Torneo Apertura 2011, su “Presidente en funciones” pierde la elección “por goleada”; llama la atención el contenido, el sentido y el contexto de las declaraciones del Presidente electo.
Cobertura más, cobertura menos, Daniel Angelicci dijo “¡Esto es fútbol! ¡No política!”
Como si hablara de gastronomía, de traumatología o de mecánica.
Decir que no “es político” el haber ganado una elección, es tomar de “gil a cuadros”, de “samporlina” o de “chichipío” al oyente, al televidente y al lector.
Y más si se lo dice acompañado del actual Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y futuro candidato a Presidente en el año 2015.
¿Será que Mauricio Macri ya se está “bajando” de su candidatura, con cuatro años de anticipación; o que ya nos está vendiendo “gato por liebre”; o “fútbol” por “política”?
¿Seremos “bobos”, nos estaremos haciendo los tales, o nos tomarán por los mismos?
Mmmmm!!.. ¡Ya sabremos!
¿Ya sabremos?
Y ya no será tiempo de echarle la culpa al calor, a la cercanía de “las fiestas”, o a la permanente presencia sonora de “Los Guachiturros”.
No vaya a ser que la culpa de nuestros destinos la tengan “los guachiturros”.
¿No?
Buenos Aires, 8 de diciembre de 2011
“Nena boba
no sabes bailar
nena boba
no sabes amar
yo te entrego mi rosa
más negra
Nena nena boba
era verde turquesa
Yo ya no quiero
perderme en abismos
Al fin y al cabo con las
bobas siempre pasa lo mismo
Subite a mi tren
Nena boba”
Pescado Rabioso; “Nena boba”
De todo lo escuchado y leído en los últimos días, probablemente, lo más sensato haya sido lo que Leopoldo Moreau le dijo a su correligionario, el senador Gerardo Morales, durante la última convención del radicalismo, celebrada el pasado sábado 19 de noviembre.
Si bien el contexto y las formas no ayudaban demasiado a la sensatez, lo dicho por Moreau, entre empujones e insultos, merecería ser tratado con mayor detenimiento del que fue tratado, tanto por “el periodismo independiente”, como por “el periodismo militante”.
De más está imaginar lo que se hubiera escrito y dicho, si en vez de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical, los mismo hechos hubieran ocurrido en una asamblea de la CGT, en un plenario de “La Cámpora”, o en una sesión del recientemente creado Instituto Nacional del Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano “Manuel Dorrego”.
¡Sí! El viejo y “comadrón” cuento del “alegre” y el “borracho”.
Lo cierto es que Leopoldo Moreau, gritando, empujando y “mandombleando”, como el mayor “batata” de La Matanza, acusó al Presidente del Radicalismo de haber llevado al partido hacia un “antikirchnerismo bobo”.
Y vale la pena detenernos en este concepto.
El de “lo bobo”.
¿Alguien se acuerda cuando, a fines de los años “ochenta” y principios de los “noventa”, se hablaba del “Estado Bobo”?
Debates más, décadas menos; lo que siempre está presente es “lo bobo”.
¿En qué consiste el “antikirchnerismo bobo”? En oponerse a todo lo que venga del llamado “kirchnerismo”, sólo por venir de dónde viene.
Se trate de la Asignación Universal por Hijo (propuesta inicialmente por el radicalismo y la “Colisión Cívica”, y recordemos los comentarios del senador Ernesto Sanz o del “Midachi” Miguel Torres del Sel sobre su impacto) o del velorio de Kirchner, “organizado por Fuerza Bruta”.
Ahora bien. Así como existe un “antikirchnerismo bobo”; existe su contraparte: el “kirchnerismo bobo”.
Que podría sintetizarse en que “la inflación no existe”, la inseguridad es “un invento de viejas gorilas”, o que todo, -incluida la crisis en la Unión Europea, el déficit norteamericano y el triunfo de la derecha en España-, son culpa de “el gran diario de autoayuda”, de “la Corpo” y de “la Opo”.
En definitiva; más allá del “kirchnerismo” o “el antikirchnerismo”, se trata, -“That is the question”-, de “bobos”.
Si. “Bobos” como los del barrio, que siempre les tocaba ser “mancha”, o “contar” cuando jugábamos a “la escondida”.
Claro que, también, existen “medios de comunicación bobos”, que le hablan a los “bobos”.
Porque si un medio de comunicación o un periodista se empeñan en ser “bobos”, es porque hay “bobos” que compran “la bobería”.
Como decíamos antes; tanto del lado de la “independencia” o de la “militancia periodística”
¿Y qué sería ser “bobo”?
Tampoco es cuestión de ponerse en “stalinista”, o en un simple y sudaca “botón de cabotaje”, con el dedo índice dispuesto a señalar al que piense distinto.
Al final; no estaríamos haciendo otra cosa que eso mismo que condenamos, sólo por venir de quien viene.
Para darse cuenta de esto, no hace falta ser ni Marcos Aguinis, ni Sandra Russo. Ni Jorge Lanata, ni Orlando Barone. Luis Majul, ni Roberto Caballero. Ni Nelson Castro, ni Jorge Giles.
Apenas, hace falta el “sentido común” que, como decía el finado Facundo Cabral; “es el más común de los sentidos”.
De modo que el peligro no es si Guillermo Moreno lanza sus huestes a inspeccionar las casas de cambio para controlar el precio del dólar, o si nos investiga la AFIP.
Después de todo; si somos ciudadanos tan ejemplares como lo expresamos en las cartas de lectores; ¿qué problema habría si nos investiga la AFIP?
Como cuando éramos chicos, el peligro mayor, hoy, será si aparece “el bobero”, con su camión y su red, doblando por la esquina.
Y ahí si… Punto y coma; el que no se escondió se embroma.
Y todos sabemos que de “las redes del bobero” no hay quien se escape.
Buenos Aires, 30 de noviembre de 2011
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
¡Ayúdame a mirar!
Eduardo Galeano, “La función del arte”, en “El libro de los abrazos”
Si una enseñanza ha quedado del resultado de las elecciones celebradas en la Argentina, el domingo pasado, es que hay cuestiones que no pertenecen a la esfera del análisis político (sea de “TN” o de “6-7-8”, sea de “Perfil” o de “Tiempo Argentino”, sea de Magdalena o de Víctor Hugo).
Sino, más bien, tienen que ver con la oftalmología.
Porque tienen que ver con “la mirada”.
Y ya no se trata de “desde dónde uno mira la realidad”.
Sino de lo que se ve de esa realidad. Es decir; cuando no se ve; el diagnóstico es miopía.
La miopía implica la imposibilidad de ver a determinada distancia.
Y, por lo visto (hablando de visión), la miopía y los prejuicios se parecen demasiado.
También con la presbicia, que llega con la edad.
O el astigmatismo, que implica confundir un renglón con el otro, cuando uno lee un texto.
“Intentando no perder el tiempo en ejercicios inútiles, me concentro entonces en la tarea de entender… Desde esta mirada encuentro tres argumentos sólidos que merecen ser estudiados antes de caer en profecías apocalípticas o sueños de grandeza electoral opositora… El primero es simple, nuestra Argentina crece mucho, muchísimo… Para dar una idea comparativa: el llamado “Milagro Español” llevó a ese país a crecer en un período de 21 años (1985-2006) el mismo porcentaje absoluto que creció nuestro país en el período 2002-2011…El segundo punto es también significativo y es la enorme red de contención social que el gobierno implementó… Desde la reconocida Asignación Universal por Hijo, pasando por la jubilación de “Ama de Casa” (incorporó a dos millones de argentinos al sistema previsional), pasando por las computadoras y los programas de Cooperativas de Trabajo… El tercer punto es la ausencia de propuestas alternativas”.
¿Quién escribió y publicó esto?
¿Orlando Barone o Julia Mengolini, en sus respectivos blogs?
¿Horacio Verbitzky, en su columna dominical de Página/12; o Jorge Giles en la suya, en “Miradas al Sur”?
¿Algún enemigo declarado de Leuco, Eliazchev, Majul, Castro y Fernández Díaz?
No.
Lo escribió el Licenciado en Sistemas Esteban Bullrich, actual Ministro de Educación porteño, y lo publicó en el diario Página/12, el jueves 18 de agosto de 2011.
¿Se tratará de un “borocotizado”?
En la película “Pájaros volando”, de Néstor Montalvano, hay una escena que los más jóvenes no logran entender en todo su simbolismo (Y parece que los “no tan jóvenes” tampoco).
El personaje que interpreta Diego Capusotto se acerca a una ventanilla, buscando comprar un pasaje hacia la imaginaria localidad de “Las Pirquitas”.
Lo atiende una joven, con un rodete muy parecido al que solía lucir Eva Perón en sus últimos años. Detrás, de espaldas, se puede ver al veterano político peronista Antonio Cafiero, caracterizado como una autoridad de la empresa de transportes.
Luego de un breve diálogo, el personaje interpretado por Cafiero le dice a la muchacha: “El joven tiene necesidad de llegar a ´Las pirquitas´; y donde hay una necesidad; hay un derecho”.
“Donde hay una necesidad; hay un derecho” es una frase de Eva Perón.
Pero, además, es probable que allí esté la clave del 53,9% de los votos, y no en los datos del INDEC.
El hombre sube al subte “A”, al mediodía del lunes 24, en la estación “Río de Janeiro”, acompañado de un joven. Ambos parecen venir comentando los resultados de las elecciones. Al cerrarse las puertas y ponerse en marcha el tren, el hombre sentencia:
“¿Y qué querés? Con darles de comer a los negros y hacer que los putos se casen alcanza para que gobiernen cuatro años más”.
El hombre no era, precisamente, “la rubia Mireya”, y es probable que, entre los ciento y pico de pasajeros del vagón, hubiera más de un homosexual, al que sus palabras habrían ofendido.
¿Qué ha tenido este gobierno para ser reelecto, con semejante porcentaje récord de votos?
Así como Eva Perón decía “Donde hay una necesidad, hay un derecho”; este gobierno ha sabido tomar nota de las demandas de determinados sectores de la sociedad, y ha sabido responder a ellas.
Así obró con los juicios por los Derechos Humanos, con la Asignación Universal por Hijo, con el Juicio Político a la anterior Corte Suprema de Justicia y con los parámetros para elegir la nueva, con la Deuda Externa, con los planes sociales, con los subsidios al consumo, con la Ley de Medios, con la estatización de los fondos de las AFJP en plena crisis financiera mundial.
Ha sabido reformular y superar lo que se llamó “La crisis del campo”.
En definitiva, ha sabido responder satisfactoriamente a demandas de la sociedad.
Por lo tanto, es conveniente recomendar a los autollamados “opositores” una consulta al oftalmólogo.
Y lo recomienda alguien que sufre de miopía, astigmatismo y presbicia. Lo que no es poco, cuando de mirar se trata, sobre todo cuando lo han tratado como “el peor ciego”… “El que no quiere ver”.
Buenos Aires, 26 de octubre de 2011