sábado, 30 de mayo de 2009

"EL MUNDO Y EL OMBLIGO"

“Explicamos el mundo mirando nuestro ombligo”

Gipi, en un reportaje publicado por el diario “El País”, de España, el 30 de mayo de 2009.


“Donde empiezan a cortar películas pronto empiezan a matar gente”

José Pablo Feinmann



El jueves 21 de mayo, el diputado Agustín Rossi visitó la localidad santafesina de Reconquista, con el fin de realizar actividades propias de la campaña electoral. Allí fue atacado y agredido por grupos de personas disconformes con las posiciones tomadas por el diputado, durante el conflicto por las retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias.
Obviamente, el oficialismo condenó la agresión. Algunos espacios opositores(no todos) también lo hicieron. El Presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti, la justificó, al igual que otros dirigentes ruralistas lo hicieron en otras oportunidades.
Al día siguiente, el diario Clarín tituló “Agredieron el auto del diputado Rossi”.
¿Los autos tienen las mismas ideas que sus conductores; o como el chancho o los pobres tienen las mismas de el que les da de comer, o les pone nafta?
“¡Bárbaros! ¡Las ideas no se matan!”, dicen que dicen que escribió Sarmiento, en una piedra de la Cordillera de los Andes, al marchar a su exilio en Chile.
Las ideas de los autos, ¿si se pueden matar?
Lo que sí parece que se puede matar es a los posibles o supuestos portadores de supuestas o posibles enfermedades.
El mismo día, en Mendoza, los controles sanitarios del paso fronterizo “Los Horcones” detectaron, en un micro proveniente de Santiago de Chile, a un pasajero con síntomas parecidos a los de gripe porcina. Por lo tanto, se resolvió trasladar a todo el pasaje al hospital Lencinas, de la capital provincial, a fin de realizarles los estudios médicos correspondientes. Pero, al llegar a las inmediaciones de la ciudad de Mendoza, grupos de vecinos de barrios cercanos al hospital agredieron a piedrazos al micro que trasladaba a los supuestos infectados.
Quienes protagonizaron el medieval acto de “defensa de la soberanía sanitaria”, ¿fueron trasladados en colectivos rentados, a cambio de cincuenta pesos y un “choripán” y un vaso de vino; o fueron incitados por el “periodismo independiente”, que alarmaba por la llegada de un “foco infeccioso móvil”?
Finalmente, ninguno de los pasajeros tenía gripe porcina; y los defensores de la “Libertad de prensa” cumplieron con su noble función social.
Y, mientras el minué de las candidaturas testimoniales continúa brindándonos un capítulo por día, donde cada cual señala la astilla en el ojo ajeno, pero desconoce la viga en el propio, el ex presidente Carlos Menem, hizo una penosa aparición en “Gran Cuñado”, donde la realidad y la ficción se entremezclaron patéticamente.
Tan patético fue que nadie pareció recordar que el nombre del falso reality-show remite a los favores que las empresas del cuñado del ex presidente recibieron por parte del Estado, durante sus dos mandatos. Algo que a Nick, el guionista y humorista estrella del diario “La Nación” se le pasó, “inocentemente”, por alto.
No importa. Mientras todo sea “¡Pum! ¡para arriba!”; todo vale.
Incluso las paradojas.
Porque todo es tan paradójico que un candidato a diputado se lanzó a hablar de “justicia”, “seguridad” y “libertad”, haciéndolo, paradójicamente, desde una cárcel, por delitos de lesa humanidad.
Pero, como si con los adversarios locales no fuera suficiente, en plena campaña electoral, “el amigo bolivariano” nos abrió los ojos, y nos enteramos que cada argentino es un accionista de Techint.
Tanto ajustarnos el cinturón, a fin de mes, para enterarnos, “de golpe y porrazo”, que todos somos socios en las ganancias del Grupo Rocca.
Al final, Adelina D´Alessio de Viola tenía razón, cuando pedía “menos proletarios y más propietarios”; aunque, así, la ecuación de la plusvalía no cierre como debería.
Y volviendo a la gripe porcina; el sábado 23 de mayo, el diario “El País” de España publicó un mapamundi en el que los países afectados aparecían pintados de gris, y los que no habían reportado casos aparecían en blanco.
Curiosamente, todo el continente africano aparecía como libre de la enfermedad. Lo mismo pasaba con países como Honduras, Nicaragua, El Salvador, Bolivia y Paraguay.
En buena hora; ¿no? Por lo menos, hasta ahora, los tributarios del dengue, de las violaciones a los derechos humanos, de la malaria, de la tuberculosis, del IVH, de la pobreza, de la corrupción, de la desnutrición, de las injusticias, de las guerras civiles, del tráfico de armas, del narcotráfico, de la violencia de género y demás etcéteras abandonaron las tapas de los diarios.
Como decía un ex presidente, que fue el que más votos tuvo en los veinticinco años de Democracia; “¡qué lindo que es dar buenas noticias!”.
Por lo menos en la gripe porcina, los que hablamos de “diálogo” a partir de la agresión en nombre de “la civilización”, los que tenemos “autos con ideas” y “periodismo independiente”, los que tenemos “candidatos testimoniales” y políticos “apolíticos”, los que tenemos presos por delitos de lesa humanidad que hablan de “justicia” y de “seguridad” y pobres que son accionistas de empresas multinacionales, somos igualitos a los ciudadanos de los países del “primer mundo”.
Y pensar que muchos piensan que “nunca estuvimos peor que ahora”.

Buenos Aires, 30 de mayo de 2009

viernes, 22 de mayo de 2009

"EL SÍNDROME DEL COLMO"


“-¿Conoce a Benedetti?
-¿Trabaja acá?
-¿Usted quiere ir al paraíso?
-…
-No se preocupe. Las putas van a llegar primero..”

Diálogo de la película “El lado oscuro del corazón”, de Eliseo Subiela.


Que el taxista o el kiosquero de la esquina quieran ser como Marcelo Tinelli, es normal. ¿Qué pelafustán no añora ser “un goma”?
Ya lo decía un tango: “cualquier cacatúa sueña con la pinta de Carlos Gardel”.
“Un goma” no es un tipo bueno, no es un santo(por más hincha de San Lorenzo que sea). Tampoco es inteligente o está informado. “Un goma” no quiere ser ni inteligente ni bueno, y le importa “tres belines” lo que pasa a su alrededor.
Es más; “un goma” está convencido, de antemano, que el mundo está podrido y no tiene remedio; y que la inteligencia, el conocimiento y la bondad no sirven para nada. Por eso, para “el goma” lo único que importan son los culos y la guita. Cuantos más culos, y cuanta más guita junte “el goma”; más “goma” se sentirá; que es lo que el taxista y el kiosquero de la esquina desean.
Claro que “un goma” en serio, no termina manejando un taxi, ni atendiendo un kiosco.
Porque “un goma” de verdad es un piola bárbaro. Es un tipo que le hace creer a los otros, lo que éstos quieren creer. Es un tipo que te hace comprar el obelisco, un tranvía y te hace creer que te regala el buzón.
Así, si el personaje de Lilita Carrió fue expulsado de la casa de “Gran cuñado”, “el goma” le hace creer al “aspirante a goma” que la expulsada fue la misma Elisa Carrió, y que todo obedece a una maniobra encubierta del gobierno, Moyano y los camioneros, los piqueteros de D´Elía, Guillermo Moreno y la patota del INDEK.
Marcelo es un ídolo, porque gana muchísima plata con los que están convencidos que Marcelo es un ídolo, y llaman al número que les dice Marcelo, y votan por lo que les dice Marcelo; para ratificar que Marcelo es un ídolo.
Hasta cuenta los mismos chistes viejos que el taxista y el kiosquero.
¡Qué grande! ¿Quién? Marcelo; obvio. Si Marcelo dice a cada rato “¡qué grande!”; ¿cómo no va a ser “un grande” Marcelo?
Y, por un ratito, “el aspirante a goma” se siente casi como “un goma” de verdad; igualito que el boludo de “la balada del boludo” de Isidoro Blaisten.
Claro que con cosas más serias, como la información, pasa lo mismo que con “el goma”, los culos y la guita.
El taxista y el kiosquero de la esquina repiten como loros lo que escucharon por la radio o por televisión, e insisten en que Néstor Kirchner es el Presidente de la Nación, que tiene la culpa del caos provocado por el cambio de mano de la avenida Pueyrredon, que la gripe porcina es consecuencia de la estatización de las AFJP, y que la causa de la casi quiebra de la General Motors fueron la resolución 125 y los acuerdos con Chávez.
Si la televisión, la radio y el diario lo dijeron; ¿como convencer al taxista y al kiosquero del disparate que no paran de repetir?
Es que desde que Bernardo Neustadt inventó a “Doña Rosa”, en aquellos años en que había un solo programa político, la feria dejó de repetir lo que la radio, los diarios y la televisión decían, para que éstos repitieran como loros lo que se dice en la feria.
Es decir; quienes tienen un micrófono, una cámara o una computadora frente a ellos piensan, razonan y opinan como el taxista o el kiosquero.
De ahí que del escándalo montado frente al orfanato de la Fundación “Felices los niños” no se desprendiera que el desalojo obedecía una medida judicial dictada a partir de un procesamiento contra ésta, por el delito de violación de dos menores, a pesar de las caras compungidas de Raúl Portal y el padre Grassi, en diversas pantallas.
De ahí que lo condenable de la agresión a un grupo de personas que realizaban un acto frente a la sede de la AMIA no fuera repudiable por las actitudes violentas de los agresores; sino que lo más grave fuera el descubrimiento de que los detenidos eran beneficiarios de “planes sociales”.
Es decir; lo mismo que opinan el taxista y el kiosquero; quienes consienten la violación de menores(siempre y cuando no sean sus hijas), y pasan por alto la agresión a una comunidad(sea la judía, la peruana o la boliviana) en función de si los agresores son beneficiarios de planes sociales o no.
Mientras el taxista y el kiosquero se quieren parecer a Tinelli; los conductores de noticieros y los columnistas se quieren parecer al taxista y al kiosquero.
Así, uno no sólo no tiene ganas de mirar televisión, leer diarios, ni escuchar radio; sino que, también, le sacarán las ganas de viajar en taxi y de fumar.
Y, entonces; ¿de qué va a vivir esta gente?


Buenos Aires, 22 de mayo de 2009

sábado, 16 de mayo de 2009

"Mentime que me gusta (testimonios testimoniales)"

“Mentime que olvidaste
el sabor de aquellos besos,
el escalofrío dulce
de su lengua por tu cuello,
la desnuda dictadura
del Dios de la calentura…
Si te quería como nadie
te podía querer…”

Zambayonni, “Virgen de mi”.



Quien hace unos días expresaba despectivamente que entre el PRO-peronismo y el Frente para la Victoria estaban dirimiendo una “interna peronista”; esta semana, declaró un fervoroso amor al “pueblo peronista”.
Pensar que, hace dos años, cuando no pudo ganar la elección presidencial, habló de “fraude”, y luego dijo que “el pueblo argentino no está preparado para asumir el ´contrato moral´ que le proponemos”. ¿Ahora lo está? De todos modos, va por su re-re-re-reelección como candidata a diputada nacional.
Quien entonces encabezaba la lista de diputados nacionales del oficialismo, en la Provincia de Buenos Aires; ahora es el segundo candidato al mismo cargo, pero por una alianza opositora. ¿Antes era malo y ahora es bueno? ¿Antes era bueno y ahora es malo?
Quien ahora encabeza la misma lista, calificó a quien va en segundo lugar como “mezquino y oportunista”, durante un reportaje realizado el 10 de enero, en una FM de Pinamar. Veinte días después, se fotografiaban juntos y anunciaban la sociedad política que acababan de suscribir, junto al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Usted se pondría de socio/a con alguien a quien de antemano considera “mezquino y oportunista”?
El mismo personaje que, en los spots publicitarios, anuncia que “viene a la política”, es diputado nacional desde 2005. Por lo tanto; ¿de dónde “viene a la política”? ¿No está en “la política” desde entonces? ¿Y si está o estuvo en “la política” qué tiene de malo? Si es tan mala la política; ¿por qué nos pide que lo votemos?
Quien fue Presidente del Banco Central, durante el gobierno que impuso las retenciones a las exportaciones agropecuarias, y hace unos meses integraba un espacio que abogaba por la anulación de las mismas, esta semana, habló que, de ser electo, promovería la distribución de la riqueza.
Claro, por las dudas, no aclaró a quién le sacaría la riqueza que se propone distribuir.
Con esta coherencia que expone la oferta electoral; ¿cómo no creer que las elecciones legislativas de este año se realizan en “Gran cuñado”? Más aún si observamos que el personaje que ganó en cada una de las versiones anteriores, fue el que imitaba a quien luego ganaba en las “elecciones en serio”.
No sólo Aníbal Ibarra tiene claque mediática propia. Sólo que a los demás no los descubre “Telenoche”.
Ahora; ¿qué pasará si quien triunfa en “Gran cuñado” es el imitador de D´Elía, D´Ángeli, Cristina Kirchner o Macri, quienes no serán candidatos a nada, el próximo 28 de junio?
¿Tendrán algo que ver las declaraciones de Macri, hablando de “la transición consensuada”? ¿Estaba hablando de las próximas elecciones o del programa de Tinelli?
¿Por qué, en esta versión, no participan imitadores de Gabriela Michetti, Solanas, Stolbizer, Scioli, Rico, Ibarra, Patti o Heller; a pesar de ser candidatos?
Si no hace falta que sean candidatos, ¿por qué no hay allí imitadores de Carlos Menem, Eduardo Duhalde, Gerardo Morales o Carlos Alberto Reutemann?
Hace no muchos años, un presidente de Argentina no tuvo empacho en confesar que si, en la campaña electoral, él decía lo que verdaderamente iba a hacer, la gente no lo hubiera votado. Luego de semejante “confesión de parte” y “relevo de pruebas”, fue reelecto; y, luego, el más votado en 2003.
Por suerte, el 28 de junio, no elegimos esposa o esposo; sino legisladores; y cada cual votará por el alto, rubio y de ojos celestes que creerá ver.
Porque sobre gustos no hay nada escrito, y hasta los masoquistas tienen su derecho a elegir.

Buenos Aires, 15 de mayo de 2009

viernes, 1 de mayo de 2009

"TANTO VA EL CÁNTARO A LA FUENTE"

“Gabinetes espaciales
Donde la gente va
Circos de polietileno para ver el sol
Y algunos saben porque lloran
Y algunos quieren ver la aurora

Luis Alberto Spinetta; “Gabinetes espaciales”


“Y piensen bonito.. Porque si piensan bonito; sucede bonito..”

Milagros López



Al fin de cuentas, siempre se puede estar peor; y hay que tener cuidado con lo que se desea, porque nos puede ser concedido. Así es la vida de injusta y de turra. No nosotros, que nos ganamos o perdemos la vida, regodeándonos con cada posible catástrofe.
Algo así deben estar pensando los editores de los medios de comunicación que consumimos o “nos consumen”, mientras mandan a sus esposas a comprar todos los barbijos, antibióticos y bidones de lavandina que encuentren, y prohíben a sus hijos e hijas besar, abrazar y hasta agarrarse a trompadas, como haría cualquier cristiano ante un estímulo que lo justificara.
Tanto énfasis puesto en denunciar que las retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias asfixiarían a los productores; que el humo por la quema de pastizales nos haría la vida insoportable; que la baja en la recaudación y los fondos de las ex AFJP, para que al mundo entero le pase esto del peligro de una pandemia, como si hubiera 6.700.000.000 de argentinos.
Tanto gastar papel, aire y bytes describiendo acerca de “la necesidad de la Kaja”, “la Konfiscación”, la valija de Antonnini Wilson, las piñas de D´Elía, las compadradas de Moreno, los números del INDEK, la bienvenida de las consecuencias de la crisis financiera internacional y las carteras “Louis Vuitton”, para que al resto del mundo(como si los argentinos no fuéramos parte de “él”) le importe “tres belines” el adelanto de las elecciones, las candidaturas testimoniales, o el precio del tomate y el morrón, de hace dos años.
Así de injusto es el mundo, Santo, María Laura. Ya se olvidaron de la nevada en Buenos Aires, de la sequía en la Pampa Húmeda, de la recuperación de Charly García o el trasplante de Sandro.
Al fin de cuentas, la semana pasada, pensábamos que lo único importante era la seguridad y la imputabilidad de los menores, que ya no se podía salir a la calle y que los derechos humanos eran para los delincuentes.
Tanta certeza teníamos en ésto que hasta a Lilita Carrió se le escapó la profecía de lo de “la gripe porcina”, y no vale, -en estas circunstancias-, hacer chistes acerca del sobrepeso de nuestra “Nosferatu vernácula”; como, tampoco, decir que si en junio, “gana Clarín”, “el país va a volver al 2001” o “se va a convertir en una bolsa de gatos”.
Después de todo, en el 2001, no teníamos un mango; pero, tampoco, teníamos una gripe porcina, y los gatos fueron noticia allá, por 1997, en Rosario, cuando Menem era Presidente.
Por eso, ante este desastre en el que no le podemos echar la culpa a Moyano, ni a D´Elía, ni a este o al gobierno que sea; no nos queda más remedio que buscar “la argentinidad al palo” dentro de la tragedia mundial. Es decir; el argentino que nos representará, en el Apocalipsis tan anunciado, o en el “Arca de Noe”; tal como nos merecemos, como genuinos exponentes de la reserva moral de occidente.
Por eso, primero, tenemos que encontrar un argentino afectado de la gripe porcina en México, en el centro del huracán; y si se muere, mejor. Con el dolor de la parentela, tenemos un titular, que es lo que le importa a los defensores de la “Libertad de prensa”.
Segundo; tenemos que detectar posibles casos en nuestra Patria, para poder hacer hincapié en eso de que “acá dejamos entrar a cualquiera”.
Tercero; es preciso confirmar un caso y tener al país en vilo con móviles en la puerta del hospital, transmitiendo en directo la agonía del pobre cristiano. Y cuarto; desearle la muerte; no su recuperación; así nos autoafirmamos y no nos sentimos tan “fuera del mundo”, como estamos hoy.
Mientras tanto, todos nos portaremos bien. Ningún adolescente agredirá a una profesora, ni a sus compañeros de clase. Ningún menor de dieciséis años “saldrá de caño” por el Conurbano, nadie pedirá la pena de muerte, y ningún productor agropecuario se verá afectado por “las retenciones móviles”, ni sentirá la necesidad de reclamar compensaciones por las pérdidas ocasionadas por la sequía. Tampoco, nadie hablará del “caos del tránsito” por culpa de una manifestación cualquiera; y ni CQC se preocupará si los medicamentos cuestan en la Argentina seis veces más que en España o no; y el dengue no le importará a nadie más que a la esposa del Gobernador del Chaco.
Es que tanto énfasis puesto en anunciar catástrofes y en exacerbar la crispación, nos ha hecho olvidar que un virus cualquiera se puede despertar de golpe, y puede venir “a por nosotros”, sin distinguir ni credos ni razas; sin discriminar entre “nacidos y criados” o inmigrantes; entre “piqueteros” o “productores rurales”; entre “vecinos indignados” o simples delincuentes; entre operadas con botox o desdentadas del Conurbano; entre oficialistas u opositores; entre caceroleras o patoteros; entre porteños o provincianos; entre floggers, emos o cumbios; entre “manos duras” o “garantistas”; entre “samporlias”, “chichipíos” y “pastenacas” o “vivarachos”; estatales o privados; entre partidarios del debate y “beneficiarios” del “status Quo”.
Y aunque nadie lo crea, será una noticia tan buena, que ni al mismo Orson Welles se le hubiera ocurrido; mientras uno tendría que pensar “¿en qué estuvimos pensando?”.
Siempre y cuando uno piense; y no le digan lo que tiene que pensar.

Buenos Aires, 30 de abril de 2009