viernes, 16 de enero de 2009

"LA IMAGEN NO ES NADA; LA SED ES TODO"

“Es que la gola se va
y la fama es puro cuento”

Humberto Correa, “Mi vieja viola”


“El medio es el mensaje”

Marshall McLuhan



Así como hay pantallas y pantallas, hay tapas y tapas. Y, también, hay sepelios y sepelios, como hay éticas y éticas.
Por ejemplo; el lunes 12 de enero, “el gran diario argentino de autoayuda” publicó en su tapa, en forma destacada, la noticia del sepelio de los seis jóvenes que murieron en un accidente, en la localidad bonaerense de General Lamadrid, al que asistieron 2.000 personas.
¿Por qué tal hecho merecería la importancia de estar en la tapa del diario “más vendido” del país? ¿Por la desgracia de los seis jóvenes que murieron y la magnitud del accidente; o por lo multitudinario del sepelio? ¿Cuál era “la noticia”? ¿La tragedia del accidente; o la convocatoria fúnebre posterior?
En cambio, el mismo día, ni en el interior del mismo matutino, se hacía mención(mucho menos se informaba) sobre la muerte de seis personas, -en este caso niños de entre 4 y 11 años-, que murieron en un incendio en un improvisado inquilinato en el abandonado edificio del ex Banco de Italia, en el barrio de La Boca.
¿Por qué una desgracia si, y la otra no? ¿Qué hace que “un hecho” se convierta en “noticia”? ¿Su magnitud, sus consecuencias posteriores, su vinculación o no con los intereses económicos de quien lo difunde, la situación socioeconómica de las víctimas; o “el raiting” de condolencias posteriores al hecho? ¿Qué hace que una desgracia merezca compartir la tapa de un matutino con los bombardeos en la Franja de Gaza, con la novela del arquero de Boca Juniors, con la falta de monedas, con la lipotimia de la presidenta y con la pelada de Tinelli; y otra desgracia merezca el más absoluto anonimato?
Desde el mismo día en que se publicó la noticia en ciernes, y hasta el momento en que se escriben estas líneas, no se ha dejado de editorializar, opinar y juzgar sobre la “no aparición” del “Vicepresidente de la oposición” en la jornada inaugural del Festival de Doma y Folklore de Jesús María, en la provincia de Córdoba.
Más allá de alguna torpeza “pública”, tan propia de un “barrionuevismo” o un “Sofovichismo” de otras épocas, sería oportuno continuar haciéndonos algunas preguntas.
¿Por qué fue Julio César Cleto Cobos a la jornada inaugural de dicho festival? ¿Porque es un fanático de las destrezas gauchescas y un amante de la música folklórica; o para aparecer gratis en una pantalla? ¿Qué obligación(moral, ética, política) tenía Canal 7 de difundir el rostro de un dirigente opositor haciendo campaña, disfrazado de vicepresidente? ¿Qué derecho tiene “el gran diario argentino de autoayuda” de publicar en su tapa una tragedia y “ningunear” la otra? ¿Por qué un medio tiene “la obligación” de difundir una imagen, y el otro tiene “el derecho” de elegir entre una tragedia y la otra? ¿Por qué Canal 7 no puede ejercer el mismo derecho que otros medios? ¿Por qué los otros medios no tienen las mismas obligaciones que se le exige al actual Canal 7?
El debate queda abierto.
Las palabras exponen, dejan al descubierto las ideas de quien las utiliza. También, dicen, que una imagen vale más que mil palabras. Cuando se tiene imagen, no se necesitan palabras. Lo que equivaldría a decir que si se tiene imagen, no se necesitan ideas. Pero, cuando no se tienen ideas, no se tienen palabras. Y si encima no se tiene imagen; no se tiene nada.
Seguramente, “por ahí cantaba Garay”; y no por un camarógrafo o un director de cámara que no lo enfocó a Cobos; así como un editor de Clarín hizo uso de su derecho para no publicar nada sobre el incendio en La Boca.
No solo el humor presidencial es importante para el canal público. También, para cualquier medio masivo la pauta publicitaria del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es importante; y “con la ropa no se juega”, decía mi padre.


Buenos Aires, 16 de enero de 2009

jueves, 8 de enero de 2009

"CUANDO CALIENTA EL SOL"

“Vivir es distraerse”

Macedonio Fernández


Al final, “está bueno Buenos Aires”; excepto para los taxistas, que pasean mendigantes por las callecitas que “tienen ese qué se yo”, con una ansiedad tan parecida a la de los limpiavidrios, malabaristas, vendedores ambulantes, cartoneros, etcétera, a los que quisieran quemar en una hoguera medieval.
-”No hay nadie. Se rajó todo el mundo”, -dicen, con la misma impotencia con la que un habitante de Gaza padece un bombardeo del ejército israelí.
Está bien que “el último apague la luz”; pero así es imposible mantener agencias de noticias, llenar programas de radio, revistas semanales de actualidad, páginas de internet y diarios con noticias que valgan la pena para los auspiciantes que gastan fortunas en anunciar ofertas como si la crisis financiera internacional fuera un dato del INDEC. Ni siquiera hay oyentes indignados que hagan explotar los contestadores telefónicos.
Es que en esta época del año, a nadie le interesa los modales del “Napia” Moreno, ni los cinco hijos de Luis D´Elía, ni las carteras Louis Vuitton. Para colmo, el nuevo capítulo del conflicto de Medio Oriente es tan serio y complejo, que cualquiera que se ponga a “guitarrear” le sucede lo mismo que con el violín; cuando alguien toca de oído se nota. Además, “el tonito” no se escucha, “lo de la valija” hace la plancha o anda por alguna playa, “el piloto de tormentas” se fue a pescar como buen bañero, el juicio por lo de Cromagnón es “cosa de pobrecitos”, y el juicio al cura Grassi ya no despierta el morbo que despertaba en las épocas del “club del trueque”, “los patacones” y “los LECOPs”.
“Todo concluye al fin”, como la suerte mediática de Samantha y Natalia.
Por suerte, está el senador Reutemann, con sus estigmas de “segundón” y “dubitativo” a flor de piel, como en sus épocas de corredor de Fórmula Uno. Pero, con eso; no alcanza. Un día dice que ahora si quiere ser presidente; pero días después se retracta, dice que no quiso decir eso, y así no hay titular que arme quilombo y nos haga facturar.
También está el Vicepresidente Cobos inaugurando en estas pampas la era de “las campañas Facebook”; pero en vez de parecerse a Barack Obama, se terminó pareciendo a “Cumbio”. “¡Recatate amigooo!”
Para colmo de bienes, han tenido tanta manija los programas de chimentos durante el resto del año, que en el verano a nadie le importa lo que pase con “La Tota” Santillán o Nazarena Vélez; como tampoco lo que pasa con “el torito” De Ángeli ni “los pingüinos”.
No hay caso. La gilada está en otra cosa. Y de eso parecen haber tomado nota las cuatro patas de “la mesa de enlace”, que amagaron hasta con “los muertos que no hubo la vez pasada”(Eduardo Buzzi “dixit”; ¿no es “apología del delito” eso?), pero patearon la pelota para marzo. ¿No era que la 125 no pasó el Senado? ¿Ahora qué más?
Nos queda, apenas, la “Guillermo Patricio Kelly de los 2000”, arrojando sus petardos y jugando a una seducción indiscriminada, más menopáusica que ideológica. Mauricio, mientras tanto, “la deja venir”. ¿Qué necesidad tiene de corresponderle su amor?
Un amigo sabía decirme que “en una playa o en un centro turístico cualquiera se pasa unas vacaciones de puta madre; ser macho es pasarse unas vacaciones de puta madre en Buenos Aires”. Parece que tenía razón.
No se preocupe. El 2009 promete, -además de todos los males anunciados por el incomprendido Cavallo-, el regreso de “Operación Triunfo” y “Gran Hermano”. A eso habrá que agregarle “Bailando por un caño” y que es un año electoral. Con lo cual; cuanto más dure el verano mejor. Demuestra que a los que menos necesitamos son aquellos de los que hemos estado pendientes.
¿Y el calor? Calor es lo que hace en verano.

Buenos Aires, 8 de enero de 2009