domingo, 26 de diciembre de 2010

¿TODOS PODEMOS SER MICKY VAINILLA?


“Disculpe el señor
pero este asunto va de mal en peor.
Vienen a millones y
curiosamente, vienen todos hacia aquí.

Joan Manuel Serrat, “Disculpe el señor”

“Ya no estoy solo
Hay otro
Hay el reflejo”

Jorge Luis Borges, “El espejo”



Los testimonios escuchados y leídos en las últimas semanas, y las encuestas publicadas en los últimos días son más que elocuentes.
Pero, las encuestas y las estadísticas no son lo mismo.
Las encuestas reflejan sensaciones, preferencias y rechazos.
Las estadísticas “datos duros”. Por ejemplo; que “existe un pollo cada cuatro personas”; por más que el pollo se lo coma una sola.
Lo que obligará a realizar una estadística más profunda.
Por ejemplo; cuántas personas comieron pollo en el último mes.
De ahí que para encarar una campaña electoral, los políticos echen mano a las encuestas para ganar elecciones.
Pero, para gobernar o legislar, hacen falta las estadísticas.
Por eso, una encuesta puede decir una cosa, y las estadísticas todo lo contrario.
Según una encuesta realizada, en los últimos días, por la empresa que dirige Enrique Zuleta Puceiro, el 30 % de los entrevistados se mostró “muy de acuerdo”, y el 23,7 “de acuerdo” con los dichos del Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sobre la “inmigración descontrolada”.
Además, el 24 % considera “muy mala” la política de inmigración del gobierno nacional, el 16% la califica de “mala”, y el 26,7 piensa que es “regular”.
A esto agreguemos que el 44% considera que la política migratoria debe ser revisada.
Estos datos coinciden con los de otra encuesta realizada por la empresa Call Business, en la que el 74% opina que las políticas inmigratorias deberían ser más restrictivas para los ciudadanos de países limítrofes, y un 31% considera los inmigrantes no deberían tener los mismos derechos que los argentinos.
Hasta aquí, vimos lo que decían las encuestas. Pero, vayamos a ver qué dicen las estadísticas.
Para ello, tomemos las publicadas por dos páginas de Internet, a las que no se pueden tildar de “progres” u “oficialistas”, como son “lapoliticaonline.com” y “urgente24.com.ar”.
Según éstas; la participación de los inmigrantes de países limítrofes y peruanos en “las oportunidades de empleo” es de apenas el 5%, llegando al 8,5% en el empleo informal.
Y, más adelante, señalan: “Pero lo que quizás más importe, es en qué medida los inmigrantes compiten por los empleos con los hogares locales más pobres. En el 20% de menores ingresos, los inmigrantes detentan el 8% de los puestos, llegando al 9,5% de los empleos informales de este quintil. En el período 2003-2009, absorbieron el 7,8% de los puestos ganados en el quintil. No parece, por lo tanto que sean una competencia muy grande para los hogares locales pobres”.
Lo que desmiente la aseveración de “Doña Rosa”, de que “los inmigrantes nos quitan el trabajo a los argentinos”.
Pero, dicha aseveración, podría no llegar a estar tan errada dentro de un tiempo.
En los mismos días que estas encuestas y estadísticas vieron la luz, a propósito de las ocupaciones de “baldíos”, en el Área Metropolitana de Buenos Aires, un diario madrileño tituló “La crisis envía a miles de jóvenes a Argentina” (http://www.publico.es/espana/351397/la-crisis-envia-a-miles-de-jovenes-a-argentina), y agregaba: “1.200 veinteañeros emigran cada mes a Buenos Aires”.
Los datos no provenían del “INDEC de Moreno”, ni los exponía el programa de televisión “6-7-8”, sino una consultora laboral privada de España, llamada Adecco.
Podría sospecharse que quienes llegan a este “Coño Sur”, son los mismos que se fueron durante la crisis de 2001-2002.
Pero, la consultora aclaraba que “hay en este país 89.200 argentinos con tarjeta de residencia; pero 305.746 españoles han decidido ´inmigrar´ a la Argentina”.
Es decir que han llegado 216.546 españoles que no son “truchos”.
Según el informe de Adecco, esta inmigración está compuesta por jóvenes de entre 25 y 35 años, con un nivel de titulación de postgrado.
Es decir; no será la inmigración peruana y de los países limítrofes la que le sacará el trabajo a nuestros hijos; sino esa inmigración “de alta calidad”, según los parámetros de una periodista de “TN”.
Como bien comenta el doctor Eugenio Raúl Zafaronni, Juez de la Corte Suprema de Justicia, “la política fundacional de la Argentina, la de la Generación del 80, se montó sobre el prejuicio racista contra el mestizo”.
Primero, contra el gaucho (“no ahorre sangre de gauchos” le recomendaba Sarmiento a Mitre en una carta).
Después, a fines del siglo XIX y principios del XX, contra el inmigrante europeo, a través de la “Ley de Residencia” del “Juvenillo” Miguel Cané.
Más tarde, la estigmatización recayó en el inmigrante de las provincias, “el cabecita negra”, y “el aluvión zoológico” que denunciaba el Diputado Sanmartino, en los años cuarenta.
Luego, en los sesenta y setenta, “el joven” fue el objeto de estigmatización.
Y hoy, no podemos disimular que el desocupado, el cartonero y el inmigrante de los países limítrofes es el estigmatizado.
Claro que; ¿quién estigmatizó a quién, en cada período de nuestra historia?
El hijo del gaucho fue el que estigmatizó al inmigrante europeo. Luego, el hijo del inmigrante europeo estigmatizó al “cabecita negra”. Más tarde, el hijo del “cabecita negra” estigmatizó al joven.
Y hoy, el hijo del ex joven, seguramente, bisnieto de un inmigrante europeo y/o nieto de un “cabecita negra”, integra ese 74% que considera que las políticas migratorias deberían ser más restrictivas.
Siguiendo este devenir de estigmatizaciones, y teniendo en cuenta “los datos duros” del diario “Público”, no faltará mucho tiempo para que los hijos de los peruanos, bolivianos y paraguayos protesten a viva voz por los españoles “que usan los hospitales y las escuelas que nosotros mantenemos con nuestros impuestos”.
Y así, uno, nieto de inmigrantes europeos e hijo de un “cabecita negra”, terminará teniendo que defender al hijo de ese mismo empleado de migraciones que, una vez, en el aeropuerto de Barajas, le cerró la puerta de “la Madre Patria”, por “sudaca”.


Buenos Aires, 26 de diciembre de 2010

viernes, 10 de diciembre de 2010

"HACIENDO POP"


“Violencia en el parque de la ciudad,
terror en las rutas hay
y así convierten tus manos en fuego, mañana.

Que cálidas aguas te arrollarán
desde el grito natural
cuando despiertes
si es que realmente te llaman.

Y en este parque se conocen tus pies,
cielos de bruma hechos,
sanarán en tus labios.
Y en este parque se conocen tus pies,
cielos de bruma hechos,
sanarán en tus labios”

Aquelarre, “Violencia en el parque”



Parece mentira; pero, en este “Coño Sur”, lo del “wikileaks” pasó de moda, como la canción “La chica de la boutique”.
Por más que Annabella Ascar insista en presentarlo a Heleno, nuevamente pelado, como hace cuarenta años, cuando la chica de la canción lo dejó haciendo señas como “el penado catorce”.
Y pensar que, hoy, Heleno, como “La chica de la boutique”, deben ser abuelos.
Y, sino; están ya en edad de serlo.
Como, también, pasó de moda el debate sobre “el cajón cerrado” y el robo a Mirta Legrand.
Como bien dijo Pettinato; “lo único que falta es que los ladrones reduzcan el botín en ´Leiva joyas´”.
Pero, volviendo a la cuestión de “Wikileaks”, por aquí, a nadie le importa las relaciones entre Putin y Berlusconni (promiscuas si las hay, viendo el significado en español del apellido de uno, y la conducta del otro), ni los vuelos secretos de la CIA, ni la cuestión de Guantánamo; sino que a nadie parece interesarle ya la bipolaridad de la Presidenta, como hace una semana; o como hace tres años.
De pronto, tampoco, a nadie parece interesarle “la crisis del Teatro Colón”.
Porque lo que importaba era inaugurarlo, y no que funcionara.
Por eso se pagaron los cachet de Ricardo Fort y demás “figurines”, pero no se arregló el piso del escenario.
Por eso no se discute más sobre el presupuesto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y su relación con el desdoblamiento de las elecciones del año próximo.
Resulta que como la Legislatura porteña no le aprobaba el presupuesto al Poder Ejecutivo municipal; éste adelantaba las elecciones.
Pero los legisladores electos en marzo de 2011, recién asumirán en diciembre de ese año.
Por lo que uno se pregunta “¿qué tiene que ver el culo con el pulso, o el dulce de leche con la velocidad?”.
Porque, hace unos meses, unificar las elecciones municipales con la nacionales significaba ahorrar dinero de los contribuyentes; pero, ahora, parece que ya no.
Y, de pronto, estalló lo del Parque Indoamericano.
Y Mauricio Macri y sus funcionarios se colocaron “a la derecha de Micky Vainilla”.
Sólo les faltó preguntarse ¿quién era Hitler?, y si hacía Pop.
Como manda el “Manual de Jaime Durán Barba” (que pronto se podrá comprar en el Parque Rivadavia, o en cualquier “mesa de saldos” de las librerías de las avenidas De Mayo o Corrientes), la culpa la tenés vos, yo, el Gobierno Nacional, la oposición, “la pesada herencia recibida” y hasta el Servicio Meteorológico Nacional.
Porque, antes que nada, siempre hay que tener a alguien a quien echarle la culpa de la propia incapacidad, antes que ésta quede de manifiesto.
“A partir de cierta edad, uno es responsable hasta de la cara que tiene”, decía el escritor italiano Cesare Pavese.
Después de tres años de gobierno y de siete de distintas legislaturas; “lo que hay” no es más que lo que se supo conseguir.
Como la cara que uno tiene, después de cierta edad.
Y llama la atención que, en los mismos días en que se da a conocer el Informe Pisa, sobre calidad educativa de la OCDE, donde cuarenta millones de argentinos entramos en “La Promoción”, y parecemos ser cada día más “burros”, un gobernador y candidato a presidente hable de las leyes inmigratorias.
Demostrando que ignora por completo la Constitución Nacional.
Y que, además, no recuerda la emoción que provocaba Raúl Alfonsín cuando terminaba sus discursos de campaña, recitando el Preámbulo de la Constitución Nacional.
Sobre todo la parte que hablaba de “todos aquellos que quieran poblar el suelo patrio”.
Evidentemente, para algunos, Juan Bautista Alberdi, el autor de “Las Bases”, es, apenas, la continuación de la avenida Independencia.
Conclusión: hay quienes hacen política, hay quienes juegan a que hacen política, y quienes sólo hacen “Pop”.
Es decir que sólo entretienen.
Como dice Micky Vainilla, el personaje de Capusotto.
Como Tinelli en “Bailando por un sueño”.
Y; ¿usted votaría como legislador a un Jurado de “Show-match”?

Buenos Aires, 10 de diciembre de 2010

jueves, 2 de diciembre de 2010

NI PARA ESPIAR


Pero cayó una noche un veterano
cuando éste hacía los cuentos de folletín
y arrancó la careta al falso guapo
dejándole la propia de malandrín.
"Vos cebabas el mate en una timba
que en la cueva tenía don Melitón
y fuiste mandadero e' los cafiolos
y venís áhura a contarla de gran matón".

"Te llamaban el ganso, porque de otario
tenías bien ganada tu credencial
y tu chanza mejor fue aquel prontuario
por ladrón de gallinas en un corral".
Y a rematar la suerte cayó al boliche
la mujer del famoso as de cartón
y diciéndole "fiera, rajá pa' adentro,
¡barreme bien la pieza! Cuidá el buyón."

(hablado)
Y el que contaba sus hazañas entre infelices
de reñidas peleas que dominó
murmurando entre dientes refunfunea:
"Ya no habemos más guapos, viejo...
(¡qué le vas a hacer!)
¡Todo acabó!


Roberto Barboza; “As de Cartón”



Qué distinta hubiera sido la suerte de los gobiernos de Jacobo Arbenz, en Guatemala, o Salvador Allende, en Chile, en estos “tiempos de Wikileaks”.
¿No es cierto?
Pensar que personajes siniestros como Augusto Pinochet o Henry Kissinger habrían terminado sus días como tristes burócratas jubilados, y a ningún “As de cartón” se le hubiera ocurrido ponerlos en el lugar de “estadistas”.
Hasta habría sido posible que Jorge Luis Borges obtuviera el sexto Premio Nóbel argentino, ya que se habría evitado el almuerzo con el dictador chileno.
Pero… ¡Nada!
Siempre la vacuna llega después de que mucha gente murió por esa enfermedad, que el reciente descubrimiento evitará, de ahora en más.
Lo cierto es que “el imperio quedó desnudo”, al igual que sus “buchones” y “alcahuetes”.
Y ya no hizo falta un Lee Harvey Oswald que apretara el gatillo en Dallas.
Porque, más allá del “chusmerío doméstico”, en el que tanto hincapié hace el “periodismo (de) independiente (de Avellaneda)”; quien ha quedado “haciendo señas”, como “el penado catorce”, fue la principal potencia mundial, y en sus mayores fortalezas: la diplomacia y la inteligencia.
A ellas habría que agregarles el dinero; pero habrá que esperar hasta que Wikileaks publique sus “tesoros” respecto de los bancos.
¿Qué puede esperar el lector de este blog o el autor de estas líneas, acerca de su intimidad, si las comunicaciones entre las embajadas y el departamento de estado de la principal potencia mundial, pueden caer, tan fácilmente, en las manos de “un nerd con medias de plush”, como dice la canción de “El Cuarteto de nos”?
¿Quién habrá de aceptar, de ahora en más, una invitación a un asado, regada con buen vino, después del papelón de Sergio Massa, luego de pisar un corcho?
¿Quién se puede asombrar de estos “supuestos secretos de Estado”, si en este Coño Sur han sido “la comidilla” de las revistas de peluquería, de los fines de semana, durante los últimos tres años?
Lo del “Wikileaks-gate” le puede abrir los ojos a “los caídos del catre”, a los que descubrieron, la semana pasada, que “Los Reyes Magos son los padres”.
Al menos, en este “Coño Sur”.
A quienes leemos, habitualmente, La Nación, Clarín, Noticias, Perfil, Urgente24, Seprin, informereservado.net, y demás portales, lo del “Wikileaks-gate” nos resulta un “chocolate por la noticia”.
Lo que nos llama la atención es que la CIA, le DEA o el FBI hayan llegado a las mismas conclusiones a las que llegaría cualquier “hijo de vecino” que va a cortarse el pelo, un sábado a la tarde.
Porque lo que hoy se conoce como “gran revelación” no es más que un chusmerío clásico de peluquería.
Claro que habría que tener en cuenta algo.
Si cuando uno termina de ver la película “The Ratti-horror-show”, no puede dejar de preguntarse “¿en manos de quién estamos?”; ¿qué tendría que interpelarse cualquier “ciudadano del mundo” cuando se entera que las más importantes agencias de inteligencia de la primera potencia del mundo basan sus informes en lo que “cualquier cacatúa que sueña con la pinta de Carlos Gardel” puede leer cuando va a la peluquería?
Pero, además, habría que tener en cuenta algo importante.
El “relato oficial” dice que Wikileaks tomó conocimiento de la información y eligió a seis medios para compartirla.
Estos medios, entre los que se encuentran “El País” de España, “Le monde” de Francia, y “The New York Times” de Estados Unidos, entre otros, compartieron la información y acordaron su publicación con las respectivas cancillerías, embajadas norteamericanas y hasta con el mismo Departamento de Estado norteamericano.
Es decir que lo que ahora nos asombra y nos indigna no es más que el resultado de un pacto.
Y, como todo resultado de un pacto, habrá cosas de las que nos enteramos, como habrá otras que no.
Por ejemplo; entre esos 250.000 cables desclasificados; ¿no había ninguna opinión sobre los medios de comunicación de los países de más de las 200 embajadas que mandan su informes?
No es cuestión de defender a la CIA, a la DEA, o al FBI; pero, ¿no llama la atención que los encargados de difundir la información sean “El País”, “Le Monde” y “The New York Times”.

Buenos Aires, 2 de diciembre de 2010