sábado, 16 de mayo de 2009

"Mentime que me gusta (testimonios testimoniales)"

“Mentime que olvidaste
el sabor de aquellos besos,
el escalofrío dulce
de su lengua por tu cuello,
la desnuda dictadura
del Dios de la calentura…
Si te quería como nadie
te podía querer…”

Zambayonni, “Virgen de mi”.



Quien hace unos días expresaba despectivamente que entre el PRO-peronismo y el Frente para la Victoria estaban dirimiendo una “interna peronista”; esta semana, declaró un fervoroso amor al “pueblo peronista”.
Pensar que, hace dos años, cuando no pudo ganar la elección presidencial, habló de “fraude”, y luego dijo que “el pueblo argentino no está preparado para asumir el ´contrato moral´ que le proponemos”. ¿Ahora lo está? De todos modos, va por su re-re-re-reelección como candidata a diputada nacional.
Quien entonces encabezaba la lista de diputados nacionales del oficialismo, en la Provincia de Buenos Aires; ahora es el segundo candidato al mismo cargo, pero por una alianza opositora. ¿Antes era malo y ahora es bueno? ¿Antes era bueno y ahora es malo?
Quien ahora encabeza la misma lista, calificó a quien va en segundo lugar como “mezquino y oportunista”, durante un reportaje realizado el 10 de enero, en una FM de Pinamar. Veinte días después, se fotografiaban juntos y anunciaban la sociedad política que acababan de suscribir, junto al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Usted se pondría de socio/a con alguien a quien de antemano considera “mezquino y oportunista”?
El mismo personaje que, en los spots publicitarios, anuncia que “viene a la política”, es diputado nacional desde 2005. Por lo tanto; ¿de dónde “viene a la política”? ¿No está en “la política” desde entonces? ¿Y si está o estuvo en “la política” qué tiene de malo? Si es tan mala la política; ¿por qué nos pide que lo votemos?
Quien fue Presidente del Banco Central, durante el gobierno que impuso las retenciones a las exportaciones agropecuarias, y hace unos meses integraba un espacio que abogaba por la anulación de las mismas, esta semana, habló que, de ser electo, promovería la distribución de la riqueza.
Claro, por las dudas, no aclaró a quién le sacaría la riqueza que se propone distribuir.
Con esta coherencia que expone la oferta electoral; ¿cómo no creer que las elecciones legislativas de este año se realizan en “Gran cuñado”? Más aún si observamos que el personaje que ganó en cada una de las versiones anteriores, fue el que imitaba a quien luego ganaba en las “elecciones en serio”.
No sólo Aníbal Ibarra tiene claque mediática propia. Sólo que a los demás no los descubre “Telenoche”.
Ahora; ¿qué pasará si quien triunfa en “Gran cuñado” es el imitador de D´Elía, D´Ángeli, Cristina Kirchner o Macri, quienes no serán candidatos a nada, el próximo 28 de junio?
¿Tendrán algo que ver las declaraciones de Macri, hablando de “la transición consensuada”? ¿Estaba hablando de las próximas elecciones o del programa de Tinelli?
¿Por qué, en esta versión, no participan imitadores de Gabriela Michetti, Solanas, Stolbizer, Scioli, Rico, Ibarra, Patti o Heller; a pesar de ser candidatos?
Si no hace falta que sean candidatos, ¿por qué no hay allí imitadores de Carlos Menem, Eduardo Duhalde, Gerardo Morales o Carlos Alberto Reutemann?
Hace no muchos años, un presidente de Argentina no tuvo empacho en confesar que si, en la campaña electoral, él decía lo que verdaderamente iba a hacer, la gente no lo hubiera votado. Luego de semejante “confesión de parte” y “relevo de pruebas”, fue reelecto; y, luego, el más votado en 2003.
Por suerte, el 28 de junio, no elegimos esposa o esposo; sino legisladores; y cada cual votará por el alto, rubio y de ojos celestes que creerá ver.
Porque sobre gustos no hay nada escrito, y hasta los masoquistas tienen su derecho a elegir.

Buenos Aires, 15 de mayo de 2009

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