lunes, 26 de octubre de 2009

“AHORA DICEN QUE LOS REYES SON LOS PADRES”



"Así que ¿a qué jugamos? ¿Qué es esto? ¿Qué es esto de indignarse, de enojarse y de sorprenderse? Lo dice un Senador de la Nación, y es un piola. Lo dice Maradona, y aparece todo el racismo, todo el desprecio por los pobres, aparecen los de siempre, los muchachos de siempre, a indignarse: ¡oh, la cultura! ¡Nuestro embajador! ¿Qué embajador? Es Diego Maradona, viejo. Los que tienen que ser cultos son ustedes, no él. Él tiene que dirigir la Selección de Fútbol, y si lo eligieron a él, bueno, es ése, y no Pancho Ibáñez".

Alejandro Dolina, fragmento de la transcripción del programa radial “La venganza será terrible” del lunes 19 de octubre de 2009.


No será 1492, porque ya nacimos sabiendo que la tierra es redonda; y Américo Vespucio le puso nombre, hace rato, a estas comarcas que habitamos y antes llamaban “Las Indias”.
Tampoco se trata de la pólvora, porque en épocas de escudos misilísticos, el invento de los chinos no genera ni el miedo ni el poder de otros tiempos.
Además, el 11 de septiembre de 2001, entre tantas cosas, demostró que un arma puede ser cualquier objeto. Incluso un par de aviones se pueden convertir en misiles, con menos magia que la necesaria para transformar una calabaza en una carroza.
Tampoco se trata de la imprenta. Por lo que se cuenta que pasó en la reciente Feria del Libro de Frankfurt, con el avance del “libro electrónico”, es probable que la empresa Papel Prensa corra, -en muchos menos años de los que imaginamos-, la misma suerte que los saladeros de las épocas de Rosas; y no, precisamente, por una “venganza K”, por más que Elisa Carrió se obstine en afirmar lo contrario.
Tampoco se trata de una consecuencia de la famosa “revolución científico-tecnológica”, con la que en los noventa se justificaba, “teóricamente”, cualquier canallada.
Lo cierto es que, en “el coño sur”, estamos en una “era de descubrimientos”, y nuestra capacidad de asombro parece no tener límites.
Como el cornudo, que es el último en enterarse, los argentinos ponemos la misma cara de María Laura Santillán y no damos abasto con nuestra sorpresa e indignación ante los velos que se descorren delante de nuestras narices.
De pronto, la Iglesia Católica descubrió que había pobres.
Puede ser que, algún día, descubra que en sus filas hubo pastores que bendijeron las mazmorras y “los vuelos de la muerte” de la última dictadura, y también a sus abusadores de menores.
Por lo visto, “la falta de diálogo” ya no provoca la urticaria de hace unos meses.
Y ya que hablamos de abuso, y abusando del famoso “Ahora dicen…” con el que la revista “Barcelona” se burla de “Clarín”, digamos que “el periodismo (de) independiente” “ahora descubre” los exabruptos de Maradona, como si fueran “Magoya”, “Cadorna” y “Montoto” los que “le levantaron el manolito” cuando la selección perdió ante Chile, hace apenas un año.
“Ahora dicen que Maradona no está capacitado para dirigir a la selección”.
Si. Ahora.
Mientras tanto, “la sociedad decente, bienpensante y apolítica” festeja los exabruptos del senador Carlos Alberto “Segundo” Reutemann, de la futura ex jueza Parrilli y del diputado “Alika-alikate”.
Siempre “la paja en el ojo ajeno”, vista a través de la viga en el propio.
Y como si con el descubrimiento de la pobreza por parte de la Iglesia Católica, y de “la mala educación” de nuestro “embajador deportivo”(alguien que no votó nadie “ni lo volvería a hacer” firmó un decreto nombrándolo como tal) por parte de quienes hasta hace poco lo llamaban “El 10”, ahora los senadores Morales y Estenssoro descubrieron “LA VIOLENCIA”.
Así, entre comillas y con mayúsculas.
Es que asomarse afuera del “termo” en el que se vive, trae el riesgo de sentirse como el cornudo, y descubrir lo que todo el mundo ya sabía desde hacía rato.
Porque lo que sufrieron el diputado Rossi, su hermano, decenas de intendentes y cualquier anónimo que intentara oponerse a la furia “sojera” o “cacerolera” del año pasado no era “Violencia”.
Era una “civilizada e inocente” muestra del descontento de un sector “fundacional de la Nación”.
No es “Violencia” el accionar de la Unidad de Control del Espacio Público(UCEP), dependiente del gobierno porteño, y los espionajes realizados por los “Montenegro´s boys”.
No. Es “una campaña” en contra, seguramente, llevada adelante por Luis D´Elía, Guillermo Moreno, las carteras Louis Vuitton y le valija de Antonnini Wilson, a la que se sumaron los “borocotizados” Jorge Lanata y Víctor Hugo Morales.
Por eso, vale la pena preguntarse qué diferencia habrá entre “la triple A” de López Rega, y la UCEP o la Policía Metropolitana de Macri, Montenegro, Nadorowsky, Palacios y Cía.
Por eso; ante “los descubrimientos” de la pobreza, las malas palabras de los hijos pródigos y de la violencia, es conveniente, -por más que duela al principio-, descorrer otros velos y arrancar otras máscaras.
Desgraciadamente, es oportuno comunicar a “El país jardín de infantes” que los Reyes Magos son los padres, Papá Noel es un invento de la Coca-Cola y a los niños no los trae una cigüeña que viene volando desde París.
Porca Miseria.
En esta “era de descubrimientos”, donde unos se ofenden si les dicen “¡Chupala!”, y otros prefieren seguir “chupándose el dedo”; lo único que falta es que nos enteremos que “Jacinta Pichimahuida” era un travesti, como Zulma Lobato.

Buenos Aires, 23 de octubre de 2009

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