viernes, 28 de agosto de 2009

"CALENTITOS LOS PANCHOS"

“Pega una trompada y tira todo
porque él es muy listo
con su modo de ser.
Un hombre sin historia,
sin tiempo y sin memoria
puede reaccionar así.
Pero no se da cuenta
su personalidad demente está.”

Pappo; “El hombre suburbano”


Dicen que Juan Domingo Perón recomendaba “no pararse nunca detrás de un caballo, ni delante de un policía”.
Evitar las patadas del matungo y los golpes de los “abolla ideas”, como llamaba Mafalda a los bastones policiales, es condición imprescindible para que el soldado pueda huir y, por lo tanto; “servir para otra guerra”; o para otra “batalla campal”, como dice el senador Reutemann.
Ni hablar si el policía está encima de un caballo.
Cincuenta años después, a dichas recomendaciones habría que agregarles que con “los que te dije” no hay que equivocarse; ni siquiera distraerse, por más que la Suprema Corte dictamine que tener un porro no es delito.
“Los que te dije” pueden ser mucho más letales y dañinos que las patadas del caballo y que los bastonazos de los policías.
Los tres(el “que te dije”, el caballo y el policía) tienen en común la brutalidad, y la nula predisposición para escuchar razones, por más que se llenen la boca hablando de diálogo. Vayan como ejemplo las actitudes de “la patota” de Alfredo De Angeli, frente al Congreso Nacional, el viernes de la semana pasada.
Eso lo sabe cualquier persona que haya pasado por la Argentina el año pasado. Entonces; ¿qué necesidad había de darles la oportunidad de hacer lo que les encanta hacer, con la Ley de Emergencia Agropecuaria?
Marche una tarjeta amarilla para todos los legisladores oficialistas.
Obligar a la Presidenta a vetar parcialmente una ley, es como obligar a nuestro padre que nos defienda y que se agarre a trompadas con Mike Tyson, después de que le hayamos dicho, impunemente, “negro cornudo”, delante de todo el barrio.
Pero, también, marche una tarjeta amarilla para los legisladores de la oposición, sobre todo para los que no representan a la Provincia de Buenos Aires.
Porque el artículo en cuestión de la Ley de Emergencia Agropecuaria que tanto hace cacarear a la “junta de enlace”, elimina y rebaja las retenciones a municipios de dicha Provincia, que no son precisamente los más castigados por la sequía.
¿Dónde estaban los legisladores opositores de Córdoba, Santa Fe o Santiago del Estero que no reclamaron iguales beneficios para los municipios de sus distritos? ¿Estaban preocupados viendo la pelea entre los senadores Reutemann y Latorre?
Es comprensible. ¿Quién se iba a imaginar que al ex corredor de Fórmula Uno, quien tanto ha hecho gala de su aplomo, se le iba a “salir la cadena” como se le salió?
Y pensar que hasta hace muy poco, tanto la oposición como el “periodismo (de) independiente”, no hacían otra cosa que hablar de “la crispación” y de la vocación hegemónica de los Kirchner.
Bastó que le birlaran el balón al gordito de la cuadra, ese que juega porque es nada más que el dueño de la pelota(¿no era hegemonía sobre el negocio del fútbol lo que hacía el grupo multimediático del “Gran diario de autoayuda”?), y que se presentara el proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales, para que los que se horrorizaban con la estética “setentista” o peronista, mandaran su prédica sobre los buenos modales, el consenso y el diálogo a que el resto del mundo se los metiera allí donde el senador Reutemann ordenó que se metieran las especulaciones sobre su candidatura.
Parece que el horno no está para bollos, y que cualquier broma o ironía puede ser tomada como un ataque a la libertad de extorsión… Perdón; de expresión; y puede ser motivo para una protesta de la Sociedad Interamericana de Prensa, esa organización que tanto puso el pecho por los periodistas desaparecidos en la última dictadura militar.
Es que así como hay gobernantes que no les gusta perder ni a “la bolita”, hay empresas(o conjuntos de empresas) que no les gusta competir, por más que se llenen páginas y minutos de aire hablando de las bondades del libre mercado.
Es como ciertos dirigentes opositores que hace muy poco hablaban de “postkirchnerismo” y de “transición ordenada”; y hoy condenan el papel del gobierno o del Estado(parecería ser lo mismo, para muchos) en las transmisiones del fútbol o en el proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales, y no se detienen a pensar que, -en caso de que sus especulaciones se concreten-, dentro de muy poco, ellos ocuparán ese mismo cadalso.
Es decir; serán crucificados por los mismos medios que hoy los santifican.
Por lo tanto, y extendiendo las recomendaciones de Perón, tendríamos que pensar muy seriamente delante o detrás de quién nos paramos de manos. Pero, fundamentalmente, al lado de quién estamos.

Buenos Aires, 28 de agosto de 2009

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