martes, 7 de octubre de 2008

"PIENSO; ¿LUEGO EXISTO?"

Pensar que, hace un año, nos íbamos al tacho por culpa del precio del tomate y de los morrones; y nadie necesitaba saber “qué cazzo” es un Emo o un Flogger. Entonces, excepto los mendocinos y algunos radicales, nadie sabía quién era Cleto. Muchos menos sabían quienes eran Llambías, Biolcatti, Roulet, Buzzi, y menos todavía quién era De Ángeli.
Hoy, un noticiero no es un noticiero, un programa de radio no es un programa de radio, un diario no es un diario, ni una revista es una revista si no aparecen todos ellos.
Pensar que, durante cuatro meses, asistimos a un combate entre el gobierno y “el campo”, por la famosa resolución 125 que “el voto no positivo” del Vicepresidente echó por tierra, retrotrayendo la situación al 10 de marzo, que era lo que pedían los ruralistas. El conflicto nos dejó aumentos de precios y le costó al Estado la friolera de 8.500 millones de dólares, según mediciones privadas. Nadie se hace responsable y cada cual atiende su juego preferido: sacarse fotos y echarle la culpa de todo a Moreno y al INDEC.
Hoy, los dirigentes agrarios vuelven a la carga, -según ellos-, empujados por la bronca de sus representados. Los hombres y mujeres de la calle(pero no los de los medios de comunicación) se preguntan: “ya lograron lo que querían, ya ganaron; ¿ahora qué quieren?”. Eduardo Buzzi lo anunció el 25 de mayo, en el acto de Rosario: “¡Vamos por más!”
¿Qué es “más”? Seguramente, lo veremos en menos de un año.
Pensar que los economistas y periodistas que, en marzo del 2002, anunciaban un dólar a diez pesos, hace poco más de un mes pronosticaban que si la Argentina no arreglaba el pago de su deuda con el Club de París y los “hold outs”, chocaríamos “contra un iceberg”.
Pensar que, una vez que el gobierno argentino anunció el arreglo del pago de la deuda con el Club de París y los “hold outs”, los que anunciaban el choque contra el iceberg ponían el grito en el cielo por el escenario en que se hizo el anuncio: la ciudad de Nueva York.
Pensar que, en esos mismos días, “la noticia” era la foto de Cleto Cobos con Macri.
Pensar que, en esos mismos días, hace tres semanas se hablaba de un “lunes negro”, ante la quiebra de Lehman Brothers y AIG.
Pensar que el mismo Estado que, en 2002, declaró que “los plomeros norteamericanos no iban a pagar los errores de los banqueros”; luego, tuvo que hacer que “todos los plomeros del mundo” paguen los ¿errores? de “sus” banqueros.
Pensar que, hace dos lunes, el lunes anterior ya no era negro. Era gris. El auténtico “lunes negro” fue cuando la Cámara de Representantes de los Estados Unidos le dio un “voto no positivo” al gobierno norteamericano.
Hoy, el lunes pasado ya no es un “lunes negro”; y mucho menos el anterior. Hoy es el auténtico “Lunes negro”, mientras las bolsas se caen como hojas en otoño.
Pensar que, hoy, ya nadie se acuerda de Guillermo Moreno, ni del INDEK, ni de la valija de Antonini Wilson, ni de “la Tota” Santillán, ni de las carteras de Louis Vuitton, ni de Luis D´Elía, ni de los Emos, ni de los Floggers, ni del precio del tomate, ni el de los morrones.
¿Cómo será el lunes que viene? ¿De quiénes ya no nos acordaremos?

Buenos Aires, 6 de octubre de 2008

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