viernes, 11 de junio de 2010

"LA MARCA DE LA GORRA"


“Pobre gente,
la gente,
que, en nombre de su Dios,
mata a otra gente.
Pobre Dios
el de esa gente,
cruel,
perverso,
nunca escucha
los dolores de la gente
asesinada
por los odios
que ese Dios
desata
impune
entre su gente”.

Liliana Felipe; “Pobre gente”



El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene, desde hace tiempo, un 0-800 para que unos empleados municipales denuncien a otros empleados municipales.
Pero no ha abierto otro 0-800 para que docentes y alumnos de 42 escuelas porteñas pregunten cuándo tendrán estufas a gas.
Para ellos tiene, ¿provisoriamente?, unos caloventores que sirven para calefaccionar un baño, aunque se cambie el eje de la discusión hacia una riña callejera.
El año pasado, la campaña “Jugá límpio” consistió en una serie de afiches en los que unos personajes, uno más “nerd” que el otro, al grito de “¡Ey!”, nos conminaban a respetar los horarios, a levantar la caca del perro de la vereda y a tirar los papeles en los cestos.
A partir de esta semana, cualquier vecino podrá denunciar a otro que tenga el auto mal estacionado, con sólo sacar una foto y mandarla por email.
Con semejante despliegue para reclutar botones, alcahuetes, ortivas y buchones vocacionales; ¿era necesario crear una Policía Metropolitana, esos “zorros grises”, que no está facultados legalmente para detener a una simple “mechera”?
A ésto tendríamos que agregarle el accionar de la, supuestamente, desmantelada Unidad de Control del Espacio Público(UCEP), integrada por “patovicas” y algunos, hoy, tan de moda “barras bravas”, que se encargaban de echar y robarles o quemarles las pertenencias a personas en “situación de calle”.
Y si, además, nos detenemos en que el mismo Jefe de Gobierno, varios ex funcionarios suyos y dos ex jueces están procesados por realizar escuchas telefónicas ilegales, resulta muy difícil disimular la intención de estos señores de convertir a la Ciudad de Buenos Aires en una “versión sudaca” de “1984”, la novela que escribió el inglés George Orwell, allá por los años cincuenta.
Novela de donde surge el personaje de “el Gran Hermano”, que “todo lo sabe y todo lo vigila”.
¿O usted pensaba, señora, que lo de “Gran Hermano” lo inventaron Badía, “Solita” Silveyra, Rial y Mariano Peluffo?
Hace veintitantos años, “1984” era una obra halagada por los entonces jóvenes militantes del liberalismo; por aquellos años, nucleados alrededor de la Unión de Centro Democrático (UCD), y por su fracción universitaria; la UPAU.
Los seguidores del Capitán Ingeniero Álvaro Alsogaray interpretaban que la novela de Orwell era un manifiesto de la libertad y una denuncia contra la opresión de los regímenes socialistas que, todavía, tenían alguna vigencia.
Para mejor, Orwell, hasta los años cincuenta, se había considerado un fervoroso comunista, hasta que conoció la Unión Soviética y la vida cotidiana del Stalinismo.
Desencanto que expuso en dos novelas: la citada “1984” y “Rebelión en la granja”.
Es curioso que aquellos jóvenes liberales, hoy, ya convertidos en maduros funcionarios de gobierno, intenten llevar a cabo medidas propias de aquellos regímenes que tanto abominaban entonces.
Han pasado del “Estado achicado para agrandar la nación”, al “Estado vigilante y ortiva”.
De la exaltación filosófica de “el individuo”, al que “todo Estado” oprimía, a esta felicitación del “chupamedias”, que lustra la manzana antes de que entre la maestra.
Por aquel tiempo de “Juvenilia”, sabían advertir que si uno era comunista a los veinte años, a los cuarenta se haría liberal.
Es que, entonces, se decía que uno era comunista hasta que construyera su patrimonio.
No calculaban, entonces, lo que hoy demuestran.
Se habla mal del Estado, hasta que uno se tiene que hacer cargo de un Estado.
Quien se hace liberal a los veinte, a los cuarenta y tantos, se vuelve más “stalinista” que ese agente de la “Stassi” de la película “La vida de los otros”.
Claro. Después estos muchachos se sorprenden de que la Presidenta no le atienda el teléfono al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
¿Acaso usted le atendería el teléfono a un tipo con estos antecedentes y que, justamente, está procesado por “escuchas ilegales”?

Buenos Aires, 11 de junio de 2010

1 comentarios:

A las 16 de junio de 2010, 9:57 , Anonymous El Tate ha dicho...

Juancito, cuánta verdad resumida en estos párrafos !!!! creo que ahora queda en claro que ser BUCHÖN, ORTIVA, VOGILANTE, ESPIAR AL PROJIMO (y al próximo también) ES MUY PRO !!!
Perdón, este reverendo HdP, sigue aún con aspiraciones prersidencialistas ???? Dios nos salve !!! si, digo Dios porque lamentablemente no confío en la menoria del electorado... cuídense países vecinos, que de ser así vamos a espiar que hacen en vuestras cocinas .... jejejjej
un abrazo y renuevo los elogios a tu poder de síntesis y tu memoria !!!

 

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