domingo, 5 de abril de 2009

"LO QUE PASÓ Y LO QUE QUEDÓ"

“Lo inmediato pierde prehistoria
y nombre.
El mundo es unas cuantas
tiernas
imprecisiones.
El río
el primer río.
El hombre
el primer hombre”.

Jorge Luis Borges, “Manuscrito hallado en un libro de Joseph Conrad”.


Mil novecientos ochenta y tres. Había pasado la dictadura y regresaba la Democracia. Habían pasado el preámbulo de la Constitución; “Sólos en la madrugada”; la denuncia del pacto sindical-militar; la plata de la Coca-Cola; “No habrá más penas ni olvido”; la ley de autoamnistía de la dictadura; con la Democracia se come, se cura y se educa; el conmigo o sinmigo; la promesa de levantar las persianas de las fábricas; somos la rabia; somos la vida, somos la paz, y el cajón de Herminio Iglesias.
Quedaban 30.000 desaparecidos; genocidas y torturadores caminando por las calles; una deuda externa que creció por mil en siete años; una industria nacional destruida; más de 600 jóvenes muertos y otros mil abandonados a la buena de Dios, por una guerra imbécil.
Pasó la derogación de la ley de auto amnistía de la dictadura; el “Nos equivocamos” de la revista “Gente”; la teoría de los dos demonios; la formación de la CONADEP; la Ley Mucci; el “¡Viniste, papá!“ de Norberto Imbelloni; el show del horror de la revista “Libre”; Bernardo Grispun y la deuda externa; las primeras compadradas de Jaroslavsky; “Saúl Querido” y las primeras huelgas en Democracia; “La noticia rebelde”; los recitales gratuitos en las plazas; las piñas durante la visita de Darío Fo; las imitaciones de Mario Sapag; el caso Briant; el Movimiento de Juventudes Políticas(MOJUPO); las marchas contra el pago de la deuda, y por el juicio y castigo a los culpables; Silvio Rodríguez y Pablo Milanés; el debate entre Vicente Saadi y el canciller Dante Caputo; el general Menéndez y el cuchillo; la publicación del “Nunca Más“; “Camila“, “Las nubes de Úbeda”, “la cháchara” y el plebiscito por el Beagle; la Junta Coordinadora y la revolución sandinista; Aliverti, “Radio Belgrado” y las cajas PAN.
También pasaron las denuncias de Guillermo Patricio Kelly; el inicio del Juicio a las Juntas Militares; el rumor de un Golpe de Estado, “todos a la plaza” y la Economía de Guerra; la Renovación Peronista; la ignorancia de Triaca y Baldasini sobre desapariciones de trabajadores y un par de huelgas más; Sourruille y el Plan Austral; el Grupo de Contadora y el Grupo Río; Guglielminetti, el clan Puccio y el secuestro de Sivak; “Cable a tierra” y el tamaño del pene; “La historia oficial”; las amenazas de bomba a las escuelas y el Estado de Sitio; el “Usted sabe” y “Alfonsín o el caos”; las cadenas perpetuas a Videla y Massera, los diecisiete años de prisión a Galtieri y los cuatro a Agosti.
Pasaron la visita de Rockefeller y “llorar es un sentimiento y mentir es un pecado”; el Óscar a “La historia oficial” y “a vos no te va tan mal, gordito”; el frustrado debate parlamentario sobre la deuda externa y el “Patria querida, dame un presidente como Alan García”; “La noche de los lápices” y “El exilio de Gardel”; “la mano de Dios” y el Mundial de México; Adelina D´Alessio de Viola y su “que lo legal y lo inmoral sean lo mismo” y la ley de “Punto Final”.
Pasaron la homilía de monseñor Medina y la respuesta del presidente subiéndose al púlpito de la iglesia Stella Maris para desafiarlo a que diera nombres; la sublevación de Aldo Rico y la lentitud del general Alais y, otra vez “todos a la plaza”, y “Felices Pascuas, compatriotas, no hay sangre en Argentina”; la ley de “Obediencia debida” llegó unos meses antes que la del divorcio y triunfó el peronismo en las elecciones parlamentarias de 1987.
Pasó el caso Veira y una nueva sublevación de Aldo Rico, en Monte Caseros. Otra vez, “todos a la plaza”.
Pasaron la huelga docente y la marcha blanca del 88; el “Plan primavera” y el “viernes negro”; la interna justicialista que Cafiero parecía ganar “con la fusta bajo el brazo”, y ganó Menem por paliza; y otra sublevación militar, esta vez protagonizada por “el macho” Seineldín, y otra vez “todos a la plaza”; y “los capitanes de la industria”; y los silbidos en la Sociedad Rural, tan parecidos a los actuales; y la inflación que se empezaba a comer todos los planes económicos.
Y pasaron la crisis energética que apagaba los televisores a las once de la noche; la infantil aventura del intento de copamiento del regimiento de La Tablada, que ninguna derecha le agradeció a Gorriarán Merlo como es debido; el vuelo fatal de Alberto Olmedo y las piñas enloquecidas de Monzón; las alcahueteadas de Domingo Cavallo ante los organismos internacionales para que no le prestaran dinero a la Argentina; la misteriosa muerte del comisario Pirker; el impotente “Se puede” de Eduardo Angeloz; los pollos de Mazzorín; “la revolución productiva” y “el salariazo” de Menem.
Y pasó lo que pasó. La inflación se volvió Hiperinflación y la desesperación en saqueos. La impaciencia de “el mercado” empujó al gobierno a perder su vigencia, apurando la asunción de los candidatos electos “con la cancha ya marcada”.
Después, también, pasó lo que pasó. “Bunge y Born”; la última sublevación de Seineldín y Gustavo Breide Obeid; el primer indulto; “Estamos mal pero vamos bien”; “Achicar el estado para agrandar la nación”; “si decía lo que iba a hacer no me votaba nadie”; el indulto definitivo; “Ramal que para, ramal que cierra”; y etcétera y etcétera, pasando por “la venta de las joyas de la abuela”, “un peso es igual a un dólar” y el Pacto de Olivos.
Pasó esta semana; falleció el ex presidente Raúl Alfonsín, protagonista de la mayor parte de esta historia que contamos. Pero, también, esta sociedad fue protagonista de las luces y las sombras de esta historia.
Ahora, la pena por la muerte de un hombre a quien se eligió y defendió, y en quien se confió, o que hizo que algunos, luego, se sintieran desilusionados, nos da permiso a revisar una parte de los últimos veinticinco años, resaltando los blancos, u oscureciendo los negros y disolviendo los grises.
Como siempre; ¿quién tiene la culpa por lo que pasó? ¿Quién despierta las expectativas o quienes las depositan en una figura, como sacándose una molestia de encima?
En octubre de 1983, Alfonsín fue electo presidente por el 52% de los votos. En octubre de 2001, dos meses antes de el “que se vayan todos”, apenas un 20% de los votantes de la Provincia de Buenos Aires lo eligió Senador.
Hoy, quienes nunca se equivocan, ni cuando se ilusionan, ni cuando se desilusionan, hablan de “un legado” y de “una lección“; pero, como siempre, aprovechan el duelo para levantar el dedo y señalar a “el otro”.
Siempre “el otro” es quien debe tomar nota, reflexionar, corregir sus procederes.
Pensar que, hace unos días, no podían dejar de hablar de la pena de muerte, de catalogar de “revanchismo” a los juicios por violaciones a los derechos humanos y de encolumnarse detrás de los mismos a quienes Raúl Alfonsín calificó como “cómplices de la dictadura”, cuando lo silbaron e insultaron, en 1988.
Murió un tipo honesto, que no dudó en agarrarse a trompadas cuando lo acusaron de ladrón. Murió un tipo “de partido”; es decir; de ideario, de doctrina, de historia; de compromiso con valores, con sus luces y sus sombras, con el que todo el mundo sabía con quién estaba hablando, acordando o discrepando. No un candidato “Pret a porter”, que acomoda sus supuestas convicciones de acuerdo lo que le dictan las encuestas.
Como en un juego de máscaras, cada cual querrá ver al Raúl Alfonsín que quiera ver. Pero; cuidado. Puede notarse en este renovado amor, la sobreactuación de un odio hacia lo que no queremos hacernos responsables.
Recordarlo no implica baldear la vereda, y sacarnos de encima los desacuerdos ni las broncas provocadas por su gestión. Significa intentar(quizás, no lograrlo) poner cada cosa en su lugar.
En definitiva; murió un hombre que no le esquivó el bulto al momento histórico que le tocó protagonizar. Nada más.. ni nada menos.

Buenos Aires, 4 de abril de 2009

2 comentarios:

A las 6 de abril de 2009, 10:54 , Blogger irma ha dicho...

muy bueno juanjo, te felicito!!!! gracais por el relato!
quiero agregar algo sobre lo que me ha ocurrido estos días con los medios. quien no... se ha sentado frente a la tele y mantenido alguna "violenta" discusión con algun periodista? y es mas, en algunos casos, insultado a los medios por esa memoria selectiva y falsa homogeinizacion del relato...asi no podremos crecer nunca ...diria alguien de la fauna psi! como tampoco nos ayuda esta primarización de vínculos que hace que pretendan que pase a la historia como "padre de la patria", y me pregunto, la madre, quien fue? digamos que decir que el fue el padre supone cargarse años de gente que lucho y dejo su vida. desde ya me parece una falta de respeto social e historico.
recordemoslo como lo que fue, nuestro primer presidente democratico despues de la mas feroz dictadura, un hombre que la peleo y dejemos de construir cultura heroica desde la epica del procer. como les dije antes, esto nos nos ayuda...

 
A las 7 de abril de 2009, 18:30 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Me gustó mucho el ejercicio de la memoria que hiciste en este recordatorio de Alfonsín, porque sigo sosteniendo que lo que le falta a los argentinos es memoria, somos frágiles de memoria, y eso nos lleva a tropezar dos veces con la misma piedra.Te felicito!

 

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