viernes, 6 de agosto de 2010

"THE ANIMALS"




“Yo no sé muchas cosas, es verdad
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos...
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos...
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos...
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos...
Y que el miedo del hombre
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos...
Y sé todos los cuentos”

León Felipe; “Los cuentos”


Hace dos años, “el torito” era Alfredo De Ángeli. Hasta le habían hecho uno inflable para homenajearlo.
Aunque, -el verdadero; no el inflable-, más se parecía a un burro. Uno de esos que, en las escuelas de antes, se les ponía un bonete y se los mandaba al rincón.
Sobre todo, cuando las cámaras y los micrófonos lo ponían eufórico como a Susana (¿qué Susana va a ser?), ante Martín Palermo y sus “222.000 goles en Boca”.
¿Será Alfredo De Ángeli a la política, lo que Jacobo Winograd es a “la cultura”?
Ahora, que las corridas de toros se prohibieron en Catalunya, le dicen “el toro” a Hugo Biolcati, el Presidente de la Sociedad Rural Argentina.
Pero “toro en rodeo propio”. Así cualquiera.
Como Ricardo Fort y el personaje del tango “Garufa”; “todo lo has conseguido pagando como un chavón”.
Todo pagando no. Hay, por Carlos Casares, una calle que el hombre también se apropió, de puro “toro”; o de puro guapo; o, simplemente, por decir que es “el que la tiene más larga”.
Y, después, hay quien se la agarra con Del Potro, por una calle de Tandil.
Al igual que Ricardo Fort, Biolcati habló por Cadena Nacional, sabiendo que muchos “comerían” de sus dichos.
Para eso se les paga, “como un chavón”.
Claro que no los programas de chimentos del espectáculo, como en el caso del “chocolatero”.
Aunque, últimamente, los programas autodenominados “políticos” se parecen bastante a los de chimentos.
Por ahora, los separa el horario y el concepto escenográfico.
Y las caras de los conductores; pero el show es el mismo.
Si Ricardo Fort fue ofensivo al decir “Yo no manejo el raiting; apenas manejo mi fortuna”; como buen “toro”, Biolcati fue más allá.
No sólo habló como dueño de su fortuna (y de la calle que se apropió en Carlos Casares); sino como representante de “los dueños del país”.
Es decir; como dueño de “todos nosotros”.
Y como buen dueño de todo, echó mano a la pobreza y a la corrupción para hacer su propia “Historia universal de la infamia”; pero “con olor a bosta”, como diría Sarmiento.
Por supuesto, como Fort, sin “ponerse el sayo que le cabe” cuando hablamos de pobreza y de riqueza.
Por supuesto, sin ponerse el sayo que le cabe cuando hablamos de corrupción.
Porque, en este “país jardín de infantes”, lo únicos corruptos son los gobiernos.
No hay empresarios privados que corrompan, ni que se beneficien de los negocios por los cuales se corrompen a los gobiernos; ¿no?
Menos mal que “el toro” Biolcati no se metió con la ecología.
Hasta habría sido capaz de decir que el glisfosato es bueno para la salud.
Mientras, en Estados Unidos, los dueños de las mayores fortunas (Gates, Bloomberg, etc.) donan la mitad de sus ganancias para obras de caridad; aquí, los dueños de la soja se resisten con uñas y dientes a que les toquen un solo peso.
Es que saben que, en breve tiempo, la “Pampa Húmeda” será desierto, por culpa de la soja.
Y, entonces, reclamarán subsidios, como esos que se les dan a los pobres, y a las empresas de servicios privatizadas, con los cuales, un catamarqueño que no le alcanza para comprar una garrafa subsidia una loza radiante de Coronel Díaz y La Heras.
¿Saldrán a cacerolear los vecinos de Acoyte y Rivadavia, cuando tengan que subsidiar a los dueños de los campos de “la Pampa Húmeda”?
Y, así como Capusotto, en su última película, se rodeó de Héctor Starc(ex Aquelarre, ex Tantor), Ciro Fogliatta (ex Los Gatos, ex Polifemo, ex Los Desconocidos de Siempre), Willy Quiroga (eterno Vox Dei) y Rodolfo García (ex Almendra, ex Aquelarre, ex Tantor), “La banda de apoyo” del “toro” Biolcati la integraban los mismos “instrumentistas” que amenizaron la cena del martes, en la casa de Héctor Magnetto, el CEO de Clarín.
Siguiendo la convocatoria de la revista “Barcelona”, para el 2 de agosto; ¿estarían festejando “el día del H.. de P..”?
Menos rockero y “populista”, el padre del autor de estas líneas sabía decir que “los payadores se encuentran por la tonada”.
Mientras tanto, “el país jardín de infantes” sigue con la lógica de “los buenitos” y “los malos”; quizás, como un remanente de la oferta de espectáculos infantiles de vacaciones de invierno.
Por eso, cuando no alcanzan los votos “no positivos”, es porque “los malos” los compraron.
Pero, cuando alcanzan, “triunfó la República”.
Así cuando un simple concejal o consejero escolar vota a favor del oficialismo, quiere decir que se “borocotizó”.
Pero, cuando un ex menemista se hace Duhaldista para joder a Menem; y, luego, se hace Kirchnerista, para joder a Duhalde; y, luego, se hace “opositor a secas”, para joderlo a Kirchner; ¿cómo se le dice?
Si, encima, denuncia “compra de votos”, porque “sus votos” no le alcanzan.
¿Se llama eso se “solarizó”?
Lástima la hermana, con lo lindo que canta eso de “Te diré que no me importa, yo te quiero como antes, te perdono cada instante de tu traición”.
En uno de esos países “en serio”, que tanto se citan a la hora de hablar de nuestro “destino sudamericano”, todo esto no sería más que un chiste.
Acá, es tan serio, que hasta merece ser un titular del diario de mayor tirada.
Y todos salimos a repetirlo, como loritos.

Buenos Aires, 6 de agosto de 2010

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